Tras el descubrimiento del disco celeste de Nebra, un objeto que se presume se fabricó en el 1.600 a. C., el arqueólogo de Sajonia-Anhalt, director de museo y maestro de arqueología, Harald Meller, ofrece más detalles sobre el hallazgo del curioso artilugio histórico.
Este disco verde azulado, que mide 32 centímetros de diámetro y pesa alrededor de 2 kilogramos, captó la atención por su singular diseño con símbolos grabados en una lámina de oro.
Por lo que describen los especialistas, estas inscripciones son representaciones de diferentes astros, desde la luna creciente, el Sol, estrellas y los horizontes.
Tras un profundo estudio, hallaron unas huellas en el disco, siendo un signo de que el artefacto sufrió múltiples modificaciones para modernizarlo. En un comienzo, presentaba 32 estrellas y se le agregaron dos arcos en el horizonte, para las áreas del Sol naciente y poniente.
Recuperación del disco
Un grupo de traficantes del mercado negro fueron los primeros en encontrar el artilugio en un bosque de Alemania. Utilizando un detector de metales, los delincuentes hallaron el disco celeste de más de 3.000 años de antigüedad.
Asimismo, en el área se hallaron diversas espadas, hachas, un cincel y espirales de la época.
El arqueólogo jefe del museo de la Edad de Bronce, al recibir una fotografía del objeto comenzó a estudiar sus orígenes, dedicándose por un año a identificar las pistas vinculadas al mismo.
Así fue como Meller, en conjunto con la policía alemana, recopilaron todos los datos faltantes y obtuvieron el número de una mujer que fungía como mediadora entre los que vendían el disco.
Tras pautar una reunión con los vendedores y verificar que se trataba del objeto original, el equipo policial intervino para apresar a los delincuentes.
Relevancia del artilugio
El disco es una evidencia de los seres humanos en las diversas etapas históricas, esto porque ofrece una visión de los elementos culturales y científicos.
Su creación es el claro ejemplo del amplio conocimiento que poseían sobre la metalurgia y las prolongadas redes comerciales que facilitaban la adquisición de los materiales.
Ante tal hecho, la visión sobre las culturas del norte de Europa cambió, ya que se teorizaba que en la Edad del Bronce eran menos avanzadas que otras civilizaciones en el norte de África o Medio Oriente.
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