Nueva York, Estados Unidos.  Medio siglo ha pasado ya desde que la televisión de emisión abierta de EE.UU. PBS difundiera el primer episodio de «Sesame Street» («Plaza Sésamo»), un programa que arrancaba en 1969 con el firme e innovador objetivo de educar a los niños y que para ello se armó de un amplio abanico de marionetas, ahora auténticos iconos.

«Creo que es un ejemplo de que el programa más importante no tiene que ser el que tenga la mayor audiencia o el que sea la sensación del momento», cuenta a Efe el historiador de televisión estadounidense Tim Brooks.

Creada por la productora de documentales Joan Ganz Cooney y el vicepresidente de la Carnegie Foundation, Lloyd Morrisett, la serie es responsable de célebres personajes como Cookie Monster, Big Bird, Elmo, Oscar the Grouch o Ernie and Bert.

«Gran parte de los programas televisivos para niños se producía con el objetivo de vender productos, como cereales», explica Brooks.

«Barrio Sésamo», sin embargo, se presentaba como un programa basado en investigaciones sobre el comportamiento y preferencias de los menores, y contaba entre su personal con académicos, psicólogos infantiles y otros expertos para garantizar una «experiencia positiva».

«Otros países tienen canales de televisión que controlan los gobiernos o autoridades externas, pero nosotros no. En PBS, que se fundó poco antes de ‘Sesame Street’, había una sensación de que se necesitaba luchar por una televisión menos agresiva y más responsable», añade.

Además, era la primera vez que se giraba entorno a un currículo escolar como principal guía para dar forma a su contenido, mientras que los responsables fueron también pioneros con el estudio sobre los efectos que tenía sobre su público.

Década tras década, «Barrio Sésamo» ha conseguido entretener a los más pequeños adaptándose a los constantes cambios de su audiencia gracias a sus enormes esfuerzos por estar al corriente de las costumbres y tendencias de los más pequeños de la casa.

«Se habla con niños constantemente, hacen estudios de grupo, se esfuerzan por saber los términos que se utilizan, por conocer qué está pasando en los colegios. Hay una gran estructura para hacer que el programa siga estando al día», dice el experto en televisión.

De cara a su temporada número 50, que arranca el próximo 16 de noviembre, «Sesame Street» claramente ha cumplido con sus objetivos, y en la actualidad cuenta con un importante seguimiento en las redes sociales, con más de 10 millones de suscriptores en la plataforma audiovisual Youtube.

Para sobrevivir, además, ha sabido encontrar diferentes proveedores de fondos, entre ellos la Carnegie Foundation y el gobierno de EE.UU, aunque en los últimos años ha girado hacia el sector privado con un acuerdo con la cadena HBO, que en 2016 compró los derechos para ser el primero en emitir los nuevos episodios.

Aunque el mundo del entretenimiento celebra el 50 aniversario con un documental en el que participan estrellas de la talla de Whoopi Goldberg, Elvis Costello, Norah Jones, Meghan Trainor o Joseph Gordon-Levitt, la ciudad de Nueva York, donde se graba el programa, será testigo de especiales celebraciones.

Después de que el pasado mes de mayo la metrópolis dedicara una calle en su honor, el Museo de la Imagen de Nueva York (MoMI, sus siglas en inglés) mostrará el primer episodio este domingo, la fecha exacta del aniversario.

Ahí estarán Bob McGrath, que en la serie interpreta al personaje Bob Johnson, junto con uno de los cámaras del show, Frank Biondo, y uno de los técnicos de sonido, Dick Maitland, que hablarán de su experiencia durante los rodajes.

Los seguidores de la serie podrán además recordar a uno de los personajes más queridos, Cookie Monster (el Monstruo de las Galletas), durante sus viajes en coche, puesto que la aplicación de navegación asistida «Waze» ha introducido su voz en su software.

EFE

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