Unos 17.000 niños hondureños viven en situación de vulnerabilidad y riesgo en las calles, dijo este viernes a EFE en Tegucigalpa la directora nacional de la organización no gubernamental Casa Alianza, Cándida María Sauceda.
«Nosotros hemos sacado una contabilidad de unos 17.000 niños aproximadamente que están en situación de vulneración y de riesgo en las calles», subrayó Sauceda.
Agregó que para tener «un dato más aproximado a la realidad», personal de la institución se ha trasladado a las comunidades para hacer un trabajo de investigación a nivel nacional.
Sauceda también se refirió al trabajo que ha venido desarrollando Casa Alianza a favor de niños y adolescentes en los 38 años de funcionamiento de la institución, que se están cumpliendo hoy.
«Son 38 años que la organización cumple en este mes de septiembre reafirmando nuestro compromiso de seguir denunciando las vulneraciones de derechos, de seguir defendiendo los derechos de los niños y las niñas», recalcó.
Niños y niñas
En esos 38 años, la institución ha venido «transformando la vida de miles y miles de niños y niñas que han estado en situación de riesgo, de explotación sexual, que han estado en situaciones en las cuales han sido víctimas de trata, de violencia generalizada», dijo Sauceda.
Según los registros de Casa Alianza, durante casi cuatro décadas de servicio en Honduras, más de 42.000 menores han sido atendidos por la institución, que mantiene sus puertas abiertas las 24 horas de los 365 días del año.
«Nosotros hablamos de infinitas historias de éxito de jóvenes, de hombres ya adultos que cuentan lo que fue su trayectoria en Casa Alianza y lo que fue el pasar por este lugar y transformar completamente su vida», indicó la titular del ente humanitario.
La institución atiende una población en edades entre los 12 y 18 años, de ambos sexos, que han vivido situaciones de vulneración de derechos, violencia generalizada, niñez migrante deportada, migrantes de paso, jóvenes que han sido desplazados por la violencia y niños que estén en situación de adicciones y han vivido situación de calle, afirmó Sauceda.
Entre los menores migrantes de paso figuran dos hermanos venezolanos cuya madre falleció en Honduras, cuando iban en ruta hacia Estados Unidos, según conoció EFE.
Los hermanos, niña y niño venezolanos, fueron atendidos durante tres años en Casa Alianza, hasta que se logró repatriarlos a su país luego de gestiones con la Embajada de Venezuela en Tegucigalpa.
En uno de los hogares de Casa Alianza son atendidas 30 niñas que han sido víctimas de explotación sexual y trata, a las que se les ha asiste mediante un proceso de restauración en lo que respecta al trauma y otros requerimientos.
Infop
A la población en general que atiende la institución se le brinda servicios de atención integral, protección, alimentación, educación, restitución de los derechos que les han sido vulnerados, expresó Sauceda.
«Nosotros manejamos las dos modalidades de educación, la formal con los niños que van a las escuelas y colegios, incluso tenemos jóvenes que van a la universidad y también ellos tienen la opción de tener la educación vocacional o no formal, en la cual asisten a talleres en centros como el Infop (Instituto de Formación Profesional)», añadió.
Algunos de los menores han aprendido barbería, soldadura mecánica, repostería, belleza y cocina, entre otros oficios aprendidos en talleres vocacionales que les ayudan a fortalecer las habilidades para cuando estén fuera de la organización.
Los 38 años de Casa Alianza en Tegucigalpa fueron recordados con música, danza, canto, demostraciones de algunas manualidades, exposición y venta de artesanías, entre otras actividades, con los menores como principales protagonistas.
Casa Alianza, con su central matriz en Nueva York, opera en Canadá, Estados Unidos, Guatemala, Honduras y México.
También estuvo durante varios años en Nicaragua, pero dejó de operar en ese país por la persecución contra muchas instituciones por parte del Gobierno que presiden Daniel Ortega y Rosario Murillo.
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