Bangkok.- La ciudad-Estado de Singapur, uno de los países que mejor había contenido la expansión de la COVID-19, registra un repunte de casos que ha obligado al endurecimiento de las políticas.
Desde que entrara en vigor la suspensión de los trabajos no esenciales, las autoridades sanitarias han confirmado cerca de 1.000 nuevos enfermos y 2 fallecidos con el nuevo coronavirus, del total actual de 2.299 casos y 8 decesos registrados. Siendo el jueves el día con mayor número de casos, con 287.
Singapur, uno de los primeros países en detectar el virus fuera de China donde surgió, según los expertos, actuó con rapidez para restringir las conexiones con los países más afectados y logró con bastante eficiencia y ayudado por la tecnología rastrear los movimientos de los infectados.
Además de cerrar colegios y lugares de entretenimiento, entre otras medidas por las cuales llegó a ser citado como ejemplo a seguir por los expertos de la Organización Mundial de la Salud.
Sin embargo, en la última semana han surgido muchos casos cuyos vínculos de infección se desconocen.
En el último informe del Ministerio de Salud, publicado anoche, se ignora la procedencia de 119 del total de 191 nuevos casos detectados.
Dormitorios para trabajadores extranjeros
El primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, señaló en un discurso a la nación el viernes que muchas de las recientes infecciones han sido encontradas en dormitorios para trabajadores extranjeros.
El Ministerio de Salud ha catalogado hasta el momento a 7 dormitorios como foco de infección y a puesto a sus residentes en confinamiento obligatorio.
Entre los nuevos infectados anunciados el sábado, más de medio centenar se encuentran en esos dormitorios.
Singapur es un país que depende en gran medida de la mano de obra exterior para los trabajos manuales y menos cualificados, como la construcción.
«Fuera de los dormitorios, el número de casos también han subido. Muchos sin vínculos, desconocemos cómo se infectaron o de quien. Así que las personas que han infectado a los demás probablemente aún están fuera e infectando a más personas», apuntó el mandatario en su discurso.
Virus importado
Otro de los focos principales que destacan los expertos sanitarios singapurenses son los ciudadanos de la ciudad-Estado que han viajado a algunos de los países más afectados por la COVID-19 y han regresado con el virus.
Conforme a los datos oficiales, casi un 25 % del total de los casos en Singapur son importados, concretamente 559 enfermos.
El Gobierno no ha impuesto un confinamiento total, aunque ha solicitado a los ciudadanos que permanezcan en sus hogares y que solo salgan si es imprescindible.
La orden de cierre de centros educativos y trabajos no considerados esenciales se mantendrá al menos hasta el 4 de mayo.
«Reconozco la inconveniencia de las medidas. También tienen un alto coste para la economía. Pero con estas estrictas restricciones, lo más rápido que funcionen, antes podremos rebajarlas», sentenció Lee.
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