El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, declaró hoy que las maniobras Air Defender 2023, el mayor ejercicio aéreo en la historia de la alianza, tienen como objetivo incrementar la «interoperabilidad» y al mismo tiempo lanzar un mensaje sobre el «compromiso» de la OTAN con la seguridad de sus miembros.
«Este ejercicio envía el mensaje claro de que la OTAN está dispuesta a defender cada centímetro del territorio aliado y del espacio aéreo correspondiente», afirmó en la base aérea de Jagel, al norte de Alemania, en una comparecencia con el ministro de Defensa germano, Boris Pistorius.
La primera razón de la maniobra es incrementar la interoperabilidad entre los aliados, pero también es necesaria para demostrar que la OTAN está «comprometida».
Stoltenberg reiteró además la necesidad de que la alianza siga apoyando a Ucrania, una cuestión que será una de las prioridades de la cumbre de líderes en Vilna (Lituania) el próximo mes de julio.
«La OTAN no es parte del conflicto, pero está de parte de Ucrania y de su derecho a la autodefensa conforme a la carta de las Naciones Unidas», aseveró.
Por su parte, Pistorius recalcó que las maniobras, que comenzaron la semana pasada con la participación de 25 naciones y aproximadamente 250 aeronaves y 10.000 efectivos, empezaron a ser planificadas en 2018, mucho antes del inicio de la guerra de Ucrania.
No obstante, el nivel de amenaza ahora es más elevado, señaló, y aseguró que hasta ahora la marcha de los ejercicios, que concluirán el viernes, es «excelente» y apenas ha ocasionado retrasos en el tráfico aéreo civil, tal y como se temía.
Preguntado por las recientes declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, que afirmó esta semana que Europa debería apostar por el Futuro Sistema Aéreo de Combate o FCAS en lugar de adquirir equipamiento de terceros países, Pistorius señaló que aquel forma parte de un proceso que tardará «años».
«Hasta entonces, hacen falta tecnologías puente», afirmó, en defensa de la postura alemana de adquirir sistemas israelíes.
«La visión de Macron parece ser que no corre tanta prisa, que podemos esperar a terminar el desarrollo en Europa, pero eso no es lo que pensamos nosotros y algunos otros», remachó e indicó que mientras esté dada la compatibilidad entre sistemas, se seguirá avanzando «de la mano» en defensa.
Stoltenberg, por su parte, recalcó que la decisión sobre los sistemas empleados por cada país para defender su espacio aéreo es de carácter nacional, pero instó a «unir a los aliados» y destacó que la defensa aérea se compone de distintos niveles.
«Debemos garantizar la interoperabilidad y no colocarnos nuevos obstáculos», terció.
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