Budapest, Hungría. El portero Manuel Neuer, capitán del Bayern Múnich, levantó al cielo de Budapest el trofeo que acredita al equipo bávaro como ganador de la Supercopa de Europa, tras superar en la prórroga al SeviIla por 2-1.
El veterano guardameta alemán, de 34 años, alzó la copa de supercampeón de Europa en medio de la alegría y el alborozo de sus compañeros, como ya hizo hace 32 días en Lisboa con el trofeo de la Liga de Campeones después de ganar por 0-1 al Paris Saint Germain.
Con su trabajada victoria frente al Sevilla, el Bayern Múnich sumó su segundo título de la Supercopa de Europa, en las cinco finales que ha disputado, después de que también se proclamara campeón hace trece años en Praga al derrotar por penaltis (5-4) al Chelsea inglés, después de que los 90 minutos reglamentarios acabaran con 1-1 y la prórroga con 2-2.
En aquella ocasión, Neuer, nacido el 27 de marzo de 1986 en Gelsenkirchen, también vivió el éxito de la primera Supercopa continental ganada por el Bayern, junto a otros cuatro supervivientes de aquel equipo: los defensas Javi Martínez -autor del decisivo 2-1 de esta final, de cabeza-, el austriaco David Alaba y el alemán Jerome Boagteng; y el delantero Thomas Muller.
La otra cara de la moneda la experimentaron este jueves en Budapest los jugadores y técnicos del Sevilla, que, a pesar de la derrota, fueron despedidos con un aplauso por el medio millar de sevillistas que se desplazaron a la capital húngara, una ovación a la que respondió toda la plantilla desde el césped en señal de agradecimiento.
Bayern tuvo que emplearse al límite para superar a un bravo Sevilla
El Bayern de Múnich tuvo que emplearse al límite y llegar hasta la prórroga para adjudicarse la Supercopa de Europa (2-1), la segunda que consigue en su historia y que le confirma como el mejor del continente, ante un Sevilla bravo, sin complejos y que hizo que el conjunto alemán tuviera que sacar todos sus recursos para superarle.
Los sevillistas, que ganaron la primera de las seis Supercopas de Europa que jugaron -2006 al Barcelona (0-3)-, perdieron otra oportunidad en un partido que empezaron ganando con el tanto de Lucas Ocamos, de penalti, y que con el 1-1 tuvieron alguna que otra para resolverlo, aunque la constancia y recursos alemanes dio frutos con el tanto de Javi Martínez en la prórroga (minuto 104), poco después de salir al campo.
Un equipo como el bávaro, triunfador de la última edición de la Liga de Campeones, de la que tiene cinco trofeos más en su historia, vigente campeón de la Bundesliga y que en el inicio de torneo doméstico 2020-21 le ganó con un espectacular 8-0 al Schalke 04, no podía más que dar respeto a los sevillistas.
Además, el entrenador del Bayern, Hans-Dieter Flick, no especuló nada y sacó a sus figuras, solo en esta ocasión utilizó de entrada como lateral izquierdo al francés Lucas Hernández, ex del Atlético de Madrid, en lugar del joven canadiense Alphonso Davies, aunque tampoco puede contar ya con el centrocampista hispanobrasileño Thiago Alcántara, quien dejó el equipo de Múnich para irse al Liverpool inglés.
Antes ellos, Julen Lopetegui tampoco hizo probaturas y alineó a los que tan buenos frutos le dieron en la fase final de LaLiga y que llevaron a meter en las vitrinas del club andaluz la sexta copa de la Liga Europa, pese a que dos de esos futbolistas, el lateral izquierdo Sergio Reguilón y el cerebro argentino Éver Banega ya no están en la plantilla.
El croata Iván Rakitic, en su segunda etapa como sevillista tras su paso de seis temporadas por el Barcelona, fue el encargado de suplir a Banega y en él depositó la confianza del técnico guipuzcoano, pero de entrada se vio que el Bayern no quería esperar a estudiar la disposición táctica de su rival y se fue con fuerza hacia arriba.
Ante este planteamiento de protagonismo alemán, los de Lopetegui no quisieron arrugarse y Fernando Reges y Joan Jordan redoblaron los esfuerzos para que al adversario le costara presionar y así el Sevilla también empezó a ver de cerca al meta Manuel Nauer.
En una de esas, Jesús Navas metió un balón en el área, el neerlandés Luuk de Jong la bajó para que se la quedara Rakitic y a éste le derribara el austríaco David Alaba, un penalti que no dudó en señalar el inglés Anthony Taylor y que el argentino Lucas Ocampos no perdonó para poner el 0-1 poco antes del cumplirse el primer cuarto de hora.
Imprevisto e inusual inconveniente para el campeón alemán, la de jugar con el marcador en contra, del que quiso salir con todos los recursos que tiene los de Flick, entre ellos la de sus dos delanteros, como se vio en un pase del polaco Robert Lewandowski a Thomas Müller que estuvo muy cerca del convertirse en el empate (m.21).
El Sevilla no tuvo más remedio que recular y confiar en su disposición defensiva, pero ahora el Bayern fue el dominador absoluto y antes de la media hora el lateral derecho francés Benjamin Pavard también estuvo cerca del gol, como poco después en un mano a mano de Lewandowski ante Yassine Bono.
El meta marroquí ya no pudo evitar que el asedio germano se tradujera en el empate a los 33 minutos, cuando el delantero polaco le dejó el balón muy fácil a Leon Goretzka y éste marcó.
Se entró en un nuevo partido en el último cuarto de hora de la primera parte, en la que el Sevilla buscó más protagonismo y equilibró el choque ante un adversario que siempre se tuvo que emplear a fondo para superarle.
En la segunda parte, el Sevilla quiso mostrar que estaba vivo y en la primera jugada de la reanudación Sergio Escudero metió con intención el balón al área y Kiklas Süle, en su intento de despejar ante la presencia de De Jong, hizo intervenir con una gran parada a Neuer.
Forzó el equipo hispalense hasta tres saques de esquinas en este arranque, pero el bávaro respondió con un gol de Müller que fue anulado por fuera de juego previo de Lewandowski, no sin antes verse el lance en el VAR.
Susto grande para el Sevilla, que después evitó el segundo alemán entre Bono y Fernando, aunque los de Lopetegui también buscaron salir a la contra en las veces que recuperaba el balón, con un Jesús Navas redoblándose en defensa y ataque.
Eso no fue suficiente para el que dominio de la formación muniquesa se acrecentara pero siempre con muchas complicaciones frente a un Sevilla bien situado en defensa y redoblando los esfuerzos para que el partido se alargara vivo hacia sus minutos finales con Óliver Torres, en el lugar de Rakitic, en la misión de tener el balón y con Fernando como su escudero.
El desgaste físico del equipo español fue evidente en la recta final del choque, pero también el alemán notó que había hecho un gran esfuerzo pese a que Müller no cejó en su intento de poner siempre problemas en el área.
En el minuto 87, pese a todo, el marroquí Youssef En-Nesyri, que había salido por De Jong por tuvo el 1-2 de solo delante de Neuer, pero el meta internacional alemán le sacó una gran mano y evitó el tanto, con lo que el partido se fue a una prórroga que parecía imposible aguantar después de tanto desgaste.
En-Nesyri, al inicio de este alargue, tuvo otra y se encontró con un palo en un partido ya abierto porque empezaba a verse el miedo a encajar y que eso fuera definitivo, como lo pareció cuando el español Javi Martínez, que había ingresado poco antes, vio la puerta tras un rechace de Bono.
Quedaba poco para concluir la primera parte de la prórroga y el Bayern vio sangre en el herido y desgastado Sevilla, que, no obstante tuvo otros quince minutos para lograr la proeza pero ya sin recursos y fuerzas para lograrlo.
– Ficha técnica:
Bayern Múnich (2): Neuer; Pavard, Süle, Alaba (Boateng, m.112), Lucas Hernández (Javi Martínez, m.99); Kimmich, Goretzka (Davies, m.99); Sané (Tolisso, m.70), Müller, Gnabry; y Lewandowski.
Sevilla (1): Bono; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Escudero; Fernando, Joan Jordán (Franco Vázquez, m.94); Ocampos, Rakitic (Óliver Torres, m.56), Suso (Gudelj, m.72); y De Jong (En-Nesyri, m.56).
Goles: 0-1, M.13: Ocampos, de penalti. 1-1, M.33: Goretzka. 2-1, M.104: Javi Martínez.
Árbitro: Anthony Taylor (Inglaterra). Amonestó a los jugadores del equipo alemán Alaba (m.12), a un ayudante técnico en el banquillo (m.64) y Lucas Hernández (m.91) y a los de la formación española Joan Jordán (m.46+), Koundé (m.55), Fernando (m.70), a un ayudante técnico en el banquillo (m.92) y Escudero (m.119).
Incidencias: Final de la Supercopa de Europa disputada en el Puskas Arena, en Budapest. La UEFA, debido a los protocolos sanitarios por la pandemia de coronavirus, permitió el acceso de solo el treinta por ciento de espectadores del total del aforo, lo que suponía la asistencia máxima de unos veinte mil, aunque finalmente estuvieron unos dieciséis mil, entre ellos medio millar de seguidores del Sevilla y el doble del Bayern.
EFE noticias
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