A través de un artículo, National Geographic, estudia las opciones y oportunidades para generar un balance entre el desarrollo económico y el cuidado del medio ambiente, presentando así una alternativa que puede asegurar la preservación natural, el transporte sostenible.
Desde que el 26 de noviembre fue declarado como el “Día Mundial del Transporte Sostenible”, por la Asamblea General de las Naciones Unidas, estos métodos de transporte han tomado mayor relevancia ecológica.
“Reconociendo la importante función que desempeñan los sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos en el apoyo al crecimiento económico, el mejoramiento del bienestar social de las personas y el fomento de la cooperación internacional y del comercio entre los países», declaró un miembro de la asamblea.
El término, transporte sostenible, fue definido por el Grupo Consultivo de Alto Nivel del Secretario General durante 2016.
Se entiende como transporte sostenible a «la prestación de servicios e infraestructuras para la movilidad de personas y mercancías (que promueven el desarrollo económico y social en beneficio de las generaciones actuales y futuras) de manera segura, asequible, accesible, eficiente y resiliente, al tiempo que se reducen al mínimo las emisiones de carbono y de otro tipo y los impactos medioambientales».
Los beneficios del transporte sostenible van desde brindar opciones para el traslado del público y los productos, hasta el impulso de un futuro progresivo y eco amigable, donde predominen transportes que no impacten negativamente en la naturaleza.
El objetivo, según lo establecen en su página web las Naciones Unidas, es “la erradicación de la pobreza en todas sus dimensiones, la reducción de las desigualdades, el empoderamiento de las mujeres y la lucha contra el cambio climático».
Cualquier actividad laboral o recreativa que vaya a realizar una persona, siempre hay un transporte de por medio para su traslado, bien sea un automóvil, una motocicleta, un avión o un autobús, los cuales aumentan las emisiones de carbono.
Ante esto, la ONU aconseja tomar alternativas más ecológicas, como desplazarse caminando o en bicicleta, ya que generan menos emisiones de carbono.
Trasladarse en autobús, podría disminuir hasta 2.2 toneladas de acumulación anual de emisiones de carbono, mientras que compartir el auto reduce las emisiones hasta 1 tonelada.
Se estima que, al realizar estas acciones, se puede aminorar la huella de carbono en 3.6 toneladas.
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