Naciones Unidas.- La Unión Europea (UE) quiere una ONU fuerte y un Consejo de Seguridad capaz de responder a los grandes desafíos a los que se enfrenta el mundo en medio de la pandemia del coronavirus, según defendió este jueves el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell.

El exministro español compareció por videoconferencia ante el Consejo de Seguridad para analizar la cooperación entre la UE y Naciones Unidas, en su primera intervención en este tipo de debate, que se celebra anualmente.

La respuesta al COVID-19 y a la crisis más amplia que la enfermedad ha causado centró buena parte del discurso de Borrell, que aseguró que la pandemia supone «una prueba para nuestra humanidad, pero también para el sistema multilateral en sí mismo».

«Esta crisis demuestra que los problemas globales requieren acción colectiva. El COVID-19, el cambio climático, estos no son problemas que ningún país pueda resolver en solitario», señaló.

Según dijo, en un momento en el que otras potencias parecen apartarse de la organización, la UE sigue siendo una firme defensora de «una ONU fuerte» que sea el corazón del sistema multilateral.

FRACTURA EN EL CONSEJO DE SEGURIDAD

Borrell defendió que «el mundo necesita un sistema multilateral revitalizado», pero insistió en que ello sólo ocurrirá si todas las partes invierten en él y si los miembros del Consejo de Seguridad asumen sus responsabilidades.

«En un momento de crisis global, necesitamos un Consejo de Seguridad capaz de tomar las decisiones necesarias y no uno que esté paralizado por vetos y luchas políticas», subrayó.

Muy fracturado desde hace años por las tensiones entre Estados Unidos y sus aliados, de un lado, y Rusia y China, del otro, el Consejo de Seguridad permanece por ahora bloqueado ante la pandemia.

Pese a semanas de discusiones, el órgano no ha sido aún capaz de aprobar una resolución defendida por una mayoría de sus miembros para guiar la respuesta al coronavirus y en apoyo del alto el fuego global reclamado por la ONU, principalmente por el choque en torno a la pandemia que mantienen Washington y Pekín, que tienen derecho de veto.

«El multilateralismo debe ofrecer resultados para las personas que más lo necesitan. Si no, pierde legitimidad, mientras el unilateralismo y las políticas de poder se imponen», señaló Borrell en una intervención en inglés.

PREOCUPACIÓN POR HONG KONG

La división en el Consejo de Seguridad, sin embargo, volvió a hacerse evidente en el debate posterior a la intervención de Borrell, con los países recriminándose distintas cuestiones y con discusión sobre la polémica ley de seguridad nacional para Hong Kong, el punto de enfrentamiento más reciente entre EE.UU. y China.

El político español expresó su preocupación por «los pasos tomados por China» y dijo que la UE cree que el proyecto legislativo incumple los compromisos internacionales del país y la Ley Básica que rige la ciudad semiautónoma.

La delegación de Pekín, mientras, defendió que la autonomía y libertades de Hong Kong se mantendrán e insistió en que el asunto es algo puramente interno y no debe ser discutido en el Consejo de Seguridad.

VENEZUELA, LIBIA, SIRIA, EL SAHEL Y OTRAS CRISIS

En su discurso, el alto representante europeo para la Política Exterior repasó además la actualidad de varias crisis y la postura comunitaria ante ellas.

Así, destacó la «catastrófica emergencia económica y humanitaria»” que se vive en Venezuela como resultado de la crisis política y la pandemia, una situación que, advirtió, amenaza la estabilidad de toda la región.

Sobre Libia, una gran crisis a «a la puerta de la Unión Europea», Borrell denunció la «absurda situación de combatientes vistiendo máscaras para protegerse del COVID-19 mientras intercambian fuego».

«La UE está trabajando duro para crear condiciones para un alto el fuego. No es fácil y hay muchas agendas en juego», dijo, subrayando la necesidad de detener el flujo de armas al país y crear espacio para el diálogo.

En Siria, el responsable europeo advirtió de la frágil situación en la provincia de Idlib, el último bastión rebelde, y reclamó al Consejo de Seguridad que prorrogue la autorización para las entregas transfronterizas de ayuda humanitaria dado que de ellas dependen las vidas de muchos sirios.

Borrell llamó además la atención sobre la crisis en la región del Sahel, donde se combinan casi todos los problemas de la actual agenda de política exterior: seguridad, extremismo y terrorismo, migración y cambio climático entre otros.

Según dijo, pese al masivo apoyo económico dado desde 2014 por la UE a esta región africana, la situación «sigue deteriorándose a un ritmo alarmante», por lo que pidió trabajar más de forma conjunta para responder.

 

EFE

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