La Paz.- Un ultimátum al presidente Evo Morales para que deje ya el poder tras más de trece años volvió a tensar este domingo la crisis política y social que atraviesa el país, después de que en los últimos días hubieran remitido las protestas violentas.

Los comités cívicos reunidos en la noche anterior en Santa Cruz, la mayor ciudad de Bolivia, dieron 48 horas, hasta este lunes, para que el mandatario con más tiempo en el poder en la historia del país, desde 2006, deje el mando tras las denuncias de fraude en su reciente reelección para un cuarto mandato.

El líder del Comité Cívico Pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, fue quien lanzó el desafío, tras haberse erigido desde hace días en una de las voces más relevantes de la lucha para echar a Morales de la presidencia, por encima de la mayoría de políticos opositores.

LA RESPUESTA DEL PRESIDENTE

El presidente dijo que este mismo domingo se reuniría con movimientos sociales que durante todos estos años le han respaldado, pero al final de la jornada no había constancia de que se hubiera producido la reunión ni de si se espera ya para este lunes.

«Yo dependo del pueblo, de las fuerzas sociales», afirmó en una emisora de radio para anunciar que se reuniría con la Central Obrera Boliviana (COB) y de la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam), que agrupa a obreros, campesinos, indígenas y cocaleros, incondicionales con el mandatario.

«Ahora dicen fuera Evo, ya no es un tema de fraude», aseguró tras revelar que sí se reunió en esta jornada con el vicepresidente, Álvaro García Linera, y algunos ministros de su gabinete.

EL OPOSITOR MESA ADVIERTE

El opositor Carlos Mesa acusó a Evo Morales de llevar al país a una situación límite por no tener valor para renunciar.

«Evo Morales tiene en sus manos la pacificación del país y la salida democrática a la crisis. Morales no tiene el valor para hacerlo y está provocando el pedido de su renuncia, llevando al país a una situación límite», advirtió al leer en La Paz un comunicado de la alianza opositora Comunidad Ciudadana.

El expresidente Mesa (2003-2005) compareció ante los medios para leer una serie de resoluciones tras una asamblea extraordinaria de Comunidad Ciudadana, candidatura que quedó segunda después de la de Morales en los comicios del pasado 20 de octubre, cuyos resultados no reconoce la oposición por considerarlos fraudulentos.

Comunidad Ciudadana demanda al Gobierno boliviano que cese «el discurso y las acciones de agresión y racismo contra la ciudadanía, de parte de los grupos organizados del MAS», el gubernamental Movimiento al Socialismo.

En especial «la denominada Conalcam», a la que exigió «deponer sus amenazas y sus ataques violentos, en contra de la resistencia pacífica del pueblo boliviano».

PROTESTAS NO VIOLENTAS

Las movilizaciones no han cesado desde que el lunes posterior a la votación un repentino cambio en el escrutinio provisional pasara de augurar una segunda vuelta entre Morales y Mesa a prever el triunfo en primera para el jefe de Estado.

La muerte el miércoles pasado por heridas de bala de dos hombres en enfrentamientos entre afines y contrarios al presidente llevó al día siguiente al mandatario a pedir a ambos el cese de la violencia.

Las protestas fueron aún violentas el jueves pero ya no tanto el viernes y el sábado tuvieron mucho menos intensidad por la festividad de los difuntos, muy arraigada en el país.

Este domingo volvieron los bloqueos de calles en ciudades como La Paz y Cochabamba con algo más de repercusión, pero sin incidentes relevantes.

La jornada del lunes se espera que se intensifiquen, tanto a favor como en contra del presidente, en espera de qué pueda pasar al cumplirse el ultimátum.

Luis Ángel Reglero EFE

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