Houston, Estados Unidos.  El joven lanzador venezolano Luis García, nunca se pudo imaginar hace cuatro años, en su tierra natal, que de ser su futuro toda una incógnita, ahora se encuentre ante el gran sueño de su vida, lanzar en la Serie Mundial por primera vez.

García, de 24 años, lo hará este viernes en el Tercer Partido del Clásico de Otoño cuando salga al montículo como abridor por los Astros de Houston que se enfrentan a los Bravos de Atlanta que se van con Ian Anderson.

El candidato al premio de Novato del Año de la Liga Americana ha surgido como una de las principales piezas de una rotación abridora tratando de ayudar a su equipo a conseguir un anillo de Serie Mundial, que ahora está empatada a 1 tras disputarse los dos primeros partidos en el Minute Maid Park de Houston.

A pesar que fue firmado en el mercado internacional del béisbol por los Astros en el 2017 con 20 años, demasiado mayor para ser considerado una promesa, el producto de la academia del exligamayorista Melvin Mora, ha sorprendido a todos con un dominio y madurez.

Pero la realidad es que García ha tenido un ascenso meteórico después de debutar en el 2020 en Grandes Ligas tras nunca haber pasado de Clase-A e incluso inició como «opener» el importantísimo Juego 5 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana de ese año.

Y en la campaña regular recién concluida, el oriundo de Bolívar tuvo marca ganadora de 11-8, efectividad de 3.30 y EFE+ de 130, lo cual seguramente le da todo el crédito para que pueda recibir votos para Novato del Año del Joven Circuito.

Definitivamente, García es un ejemplo viviente de que no todos los lanzadores que vayan a tener éxitos al más alto nivel tienen que estar tirando a 150.000 kilómetros por hora o estar en manos de instructores especializados desde los 14 años.

«Soy un ejemplo y gracias a Dios, que me dio la oportunidad», dijo García al respecto. «Que (las promesas) no pierdan la esperanza».

García reconoce que todo ha pasado muy rápido, pero a la vez asegura que está listo para hacer su trabajo cuando suba al montículo del Truist Park de Atlanta.

«Es como un sueño, para ser honesto», comentó García. «Me llena de orgullo, me hace sentir bendecido y afortunado, de verdad».

Afortunados serán los Astros si García puede entregar una salida como la del Juego 6 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana el 22 de octubre ante los Medias Rojas de Boston.

Ese día, viniendo de una lesión en la rodilla derecha que lo había limitado a una sola entrada seis días antes, el serpentinero dominó por completo a los Medias Rojas con 5.2 ceros para que Houston terminara de eliminar a Boston.

En aquel sexto partido de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, García exhibió un aumento notable en su velocidad, con ocho envíos de 156 kilómetros por hora o más, luego de promediar 151 kilómetros con su recta de cuatro costuras durante la campaña regular.

García, de relativamente pocas palabras, cree que podrá repetir eso el viernes ante los Bravos, un lineup con bateadores que jamás se ha enfrentado.

«Creo que (la velocidad) va a estar ahí si eso es lo que fue», comentó García. «Voy a hacer lo mejor y creo que estará ahí y todo estará ahí, pienso».

El piloto de los Astros, Dusty Baker, quiere ver el mismo control que demostró García en su segunda presentación contra Boston, en la que el diestro no dio una sola base por bolas.

«Más que 97, uno espera que el pitcheo de 90 y pico sea bien localizado, porque dar boletos y no tirar strikes no es bueno», expresó el piloto. «Entonces, espero que haya encontrado su ritmo para seguir en la zona de strikes».

Jugando el viernes en un estadio de la Liga Nacional, a García le tocará batear, algo que jamás ha hecho a nivel profesional. Para ello, afirma el venezolano que tiene prestado un bate del toletero cubano de los Astros, Yordan Álvarez.

«El solo hecho de que no lo haya hecho no significa que no pueda hacerlo», afirmó Baker al tocar el asunto de su seguro noveno bate para el viernes. «Creo que ustedes se sorprenderán».

El enfoque, por supuesto, estará sobre el montículo, su nueva forma de pararse en la gomita de lanzar, los «amagues» en la lomita y cómo enfrentará al poderoso lineup de Atlanta.

«Siempre mentalizado de tratar de hacer un buen trabajo cuando me suba al montículo», explicó García. «Estoy bien positivo. Tenemos mucha confianza y creo que ésa es la mayor clave para nosotros dentro del equipo».

EFE noticias

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