Viena. Una profundización del recorte de producción de petróleo vigente desde enero, que aumentaría de 1,2 a 1,6 millones de barriles diarios (mbd), o una prórroga del periodo de su validez más allá de abril son dos de los asuntos que los mercados esperan que aborden en las reuniones de la OPEP y sus aliados (OPEP+) que comienzan mañana jueves en Viena.

La cita está marcada sobre todo por el temor a que una oferta excesiva del «oro negro», causada principalmente por el bombeo récord del petróleo de esquisto de EEUU, provoque un fuerte abaratamiento del barril en 2020.

Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de crudo y líder natural de la OPEP, tiene especial interés en fortalecer la salida a Bolsa de Aramco, su petrolera estatal, según indican diversas fuentes bajo el anonimato.

Un recorte «más profundo, pero no demasiado drástico, es lo preferido por cierto número de miembros de OPEP», aseguró a la prensa el ministro iraquí del Petróleo, Zamer al Ghadban, tras llegar la víspera a la capital austríaca.

Entre los socios «claves» que estarían a favor de retirar esos 400.000 barriles adicionales al día a partir del 1 de enero de 2020, está Arabia Saudí, además de Irak, admitió Al Ghadban.

No obstante, el ministro saudí de Energía, el príncipe Abdelaziz bin Salman, declinó hoy en Viena especificar la posición de su país en estas negociaciones, mientras su homólogo kuwaití dijo que no tiene conocimiento de una propuesta para retirar más barriles.

Los titulares de la OPEP deberán alcanzar primero un consenso que necesita ser aprobado al día siguiente también por los diez países productores independientes aliados, entre ellos Rusia y México,

Al Ghadban, si bien se mostró confiado en que se llegaría a un acuerdo para profundizar el recorte, admitió la posibilidad de un eventual fracaso de sellar ese pacto con Rusia y los demás aliados.

«Se estudiarán varios escenarios», dijo a la prensa.

Eso sí, dio por seguro que «como mínimo» se acordará ampliar la validez del recorte vigente (1,2 mbd), que vence el 30 de marzo de 2020, un punto sobre el que se habrían puesto ya de acuerdo los países árabes del Golfo.

Se espera que el pacto se prolongue (profundizado o no) al menos hasta fines de junio de 2020.

RECORTE ACTUAL DE OFERTA, ¿INSUFICIENTE?

«1,6 mbd ya era una alternativa discutida en diciembre del año pasado, pero en ese momento algunos países no lo aceptaron, especialmente los no (miembros de la) OPEP, así que adoptamos por la versión más baja, de 1,2 mbd», recordó el ministro iraquí.

Pero ese volumen resultó sin embargo «insuficiente» debido a una demanda mundial de petróleo «más baja» de lo previsto, estimó.

Además, el efecto deseado de evitar una oferta excesiva y apuntalar los precios, fue en gran parte contrarrestado por un fuerte incremento de la producción rival.

Cuando se reunió la OPEP+ hace un año, el precio del barril había caído a menos de 60 dólares en pocas semanas, tras haber llegado a superar en octubre los 86 dólares, que no se veía desde mediados de 2014 y que hasta ahora no ha vuelto a recuperar.

El precio del barril de Brent, la principal referencia internacional, ha fluctuado en lo que va de año entre 54 y 75 dólares, y actualmente está en torno a 60 dólares.

DEBUT BURSÁTIL DE ARAMCO

Según fuentes anónimas, Arabia Saudí estaría impulsando un mayor recorte de la oferta en coincidencia con el debut de Aramco en la Bolsa de Riad mañana, tras finalizar hoy el proceso de suscripción de acciones de la operación pública de venta de títulos (opv).

Aramco, la mayor petrolera del mundo, prevé ofertar un 1,5 % de la compañía en lo que es la mayor opv de la historia. La empresa aspira a recaudar unos 25.600 millones de dólares.

La cotización definitiva de las acciones, para las que ya ha logrado suscripciones de particulares por 12.600 millones de dólares y de inversores institucionales por valor de más de 38.700 millones, podría ser anunciado mañana.

EL PODER DE LA OPEP, CADA VEZ MÁS LIMITADO

Muchos de los factores que inciden cada vez más en los precios del crudo están fuera del control de los productores y de la OPEP.

Un ejemplo son las tensiones comerciales entre Washington y Pekín, que frenan la economía mundial y la demanda energética, mientas que a largo plazo el consumo podría ralentizarse aún más si se adoptan medidas eficaces contra el uso de hidrocarburos para limitar el calentamiento del planeta.

Tampoco puede hacer nada la OPEP frente al creciente suministro de productores no miembros: el próximo año aumentará, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), en 2,3 mbd, volumen que casi duplica el incremento del consumo de crudo esperado.

Como consecuencia, la OPEP ve reducirse la demanda de barriles de sus países miembros en 2020 hasta una media de 29,6 mbd, es decir, 1,1 mbd menos que este año.

Esta pérdida de poder se produce en un momento en que muchos países productores están lastrados por serios problemas y necesitan aumentar sus ingresos estatales.

Entre ellos destaca Venezuela, donde la crisis ha provocado un desplome de las extracciones de la compañía estatal Pdvsa, o Irán, cuyas exportaciones han caído por las sanciones impuestas por Washington a Teherán en el conflicto por el programa nuclear persa, al tiempo que la violencia sacude a Libia y la incertidumbre institucional se cierne sobre Irak y Argelia.

EFE

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