Las ventas son bajas por la poca afluencia de personas que acuden al mercado municipal de Unare. Pequeños comerciantes, aseguran que los fines de semanas es cuando tienen más ventas; de lunes a miércoles son pocas.
Según los adjudicatarios, ellos, se enfrentan a la crisis económica del país, aunado al valor del dólar paralelo, también a los muchos negocios que compiten con los precios en la ciudad y a la falta de empleos que no hace que la gente tenga para gastar en alimentos.
Ana Parra dice que es asidua visitante del mercado, lo hace por costumbre, desde pequeña acudía a este lugar con sus padres, los acompañaba a realizar las compras de la semana, “en los actuales momentos es difícil comprar. Los precios varían, el que se come un kilo de carne, no puede comprar un pollo, o huesos de res, o cochino, porque los reales no dan para darse esos gustos”.
Desolación
Los pasillos de este sitio se hallan desolados, un gran número de puestos cerrados; aunque otros locatarios insisten en mantener la santamaría arriba, sin importarles llevar algo en el bolsillo para su casa.
Juvenal Velásquez, tiene cinco años instalado en el mercado, vende productos naturales y dice que no hay días malos, mientras tenga vida y salud.
Supone que para atraer a la comunidad se deben organizar ferias y vender a precios solidarios, jornadas médico asistencial que luego motive a la gente a comprar en el mercado.
Piensa que la administración debería entregar los puestos a personas que deseen trabajar; en tato que la alcaldía de Caroní, ofrecer prestamos a los pequeños comerciantes, aquellos que tengan intenciones de reflotar sus locales.
Sugiere que el ambiente musical tiene que estar en concordancia con las actividades que se hacen a diario en dicho espacio comercial.
Juvenal, aprovecha las redes sociales para ofrecer sus productos, igualmente, hacer entrega a domicilio. Además de artículos para la salud, vende repuestos para electrodomésticos y otros artefactos que son necesario en el hogar.
Bebidas calientes
Gustavo Zamora, cumplió 23 años en el mercado, dice que últimamente ha visto más afluencia de personas, a pesar que estuvieron tres meses cerrados, cuyo tiempo se tomó la alcaldía de Caroní en reemplazar el techo.
“El lunes es el peor día de la semana, mejora la situación, luego del martes y viernes, sábado y domingo las ventas mejoran”.
Cree que se debe trabajar más, también que cada adjudicatario abra su puesto durante los días de la semana y no dos veces, tampoco tres veces, piensa que es lo que desmotiva a los consumidores, “conseguir los puestos cerrados”.
Zamora, expende bebidas calientes, algunas con cierto grado de alcohol, cigarrillos y otros productos que atraen a los clientes.
Mensajes negativos
Manuel Figueredo, tiene 35 años en el negocio ferretero, explica que la mayoría de los adjudicatarios se han ido por falta de capital, “tengo tiempo compitiendo con los chinos. La mejor manera de competir con ellos, es tener precios más bajos y no dejar que el cliente se vaya con las manos vacías”.
Dice que en el mercado de Unare, existen muchos locales vacíos y otros cerrados, “eso contribuye a que la gente no venga. El que se acerca y consigue los negocios cerrados pasa la voz a las demás personas, les dice que esto no tiene vida y se van a los supermercados, e incluso al mercado de San Félix».
Para el adjudicatario, es importante la intervención del Instituto de los Mercados Municipales, igual, el alcalde de Caroní, Tito Oviedo, solicita que apoyen la economía local, entregando prestamos que se puedan pagar con facilidad y de esta manera proteger a los pequeños comerciantes.
También, dijo sobre la importancia de dar a aquellas personas que tengan intenciones de trabajar en uno de los locales abandonados y apoyarlos con créditos.
Figueredo, afirmó que ellos, tienen una ventaja en el mercado municipal, no pagan Fospuca y para los comerciantes es un privilegio.
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