Puerto Ordaz.-Apáticos residentes de la UD 338, ya no creen en nadie; tampoco desean seguir denunciando el desbordamiento de las cloacas en el referido sector.
La Unidad de Desarrollo 388 en la parroquia Unare, tiene más de 20 años que se fundó. Está a pocos metros de Las Amazonas, las torres de alta tensión de Corpoelec, separan a ambas comunidades del conocido Core 8.
El crecimiento de la ciudad se detuvo en este sitio que recibe los servicios básicos amengua. Las viviendas, en su mayoría fueron construidas por la gobernación del estado Bolívar; mientras que la red de aguas negras colapsó a los pocos días.
Cuentan lugareños que para ellos, es demasiado tiempo vivir entre las aguas negras. “Son muchas lagunas de color verdoso, saturadas de bacterias que han amenazado por años a la población infantil, sin embargo, ningún gobierno se ha dignado a resolver el problema”, acotó uno de los residentes.
Después que las casas fueron entregadas por el gobernador, en aquel entonces Rojas Suárez y luego Rangel Gómez, el alcalde José Ramón López, en su gestión asfaltó las calles del barrio.
Tito Oviedo, actual alcalde de Caroní, entregó el título de tierra a dueños de las residencias, “cuando lo hizo, las cloacas ya estaban desbordadas, tuvo que hacer maroma para entregar el papel a los vecinos”, apuntó Luis García.
Más de mil familias son afectadas por las aguas negras que están en las aceras y calles de la comunidad. Fotos: Níger
Calamidad social
Llegar a la UD 338 no es difícil, dificultoso es transitar en vehículos por las calles de la mencionada comunidad. Los huecos hacen imposible el libre tránsito automotor, aunado a las aguas negras que corren libremente por las calles del sector.
Sara, dice que no tiene otro lugar en donde vivir, “tengo a un lado de mi casa, un reservorio de bacterias que viven en las aguas fecales. Algunos de mis hijos, han crecido con este problema, aunque, hemos podido sobrevivir por la gracia de Dios”.
La situación que existe en este lugar, es de vieja data y las autoridades gubernamentales lo conocen, sin embargo, se hacen de la vista gorda.
Expresó otro viandante que los tubos que empotraron en la red de aguas negras, son muy pequeños, aunado a que no se construyó un colector para aguas servidas.
Las esperanzas de la gente en este lugar, es que en algún momento el colapso sea resuelto. Piensan que llegará un gobierno local y regional que resolverá el bote de aguas negras.
Denuncian lugareños que nadie del gobierno regional y local se han hecho responsable por este problema, ellos no reciben solución de las autoridades gubernamentales. Fotos: Níger
Bladimir Martínez Ladera
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