Son cuatro artesanos elaboradores de carteas de caballero, correas, forros para Biblias, collares, pulseras, entre otros objetos hechos en cuero y tipos de hilo como el nylon, los cuales muestras sus piezas artesanales al público, trabajo que a pesar de la crisis aún se mantiene con altas y muy bajas, así lo manifestaron los elaboradores de piezas, ubicados en la calle Miranda del casco central de Upata.
Son muchas habilidades y conocimientos que requieren los artesanos al momento de fabricar una cartera, correa, bolso o forros para Biblias en cuero, dominando la habilidad en trabajar con dicho material con mucho respeto, Cruz Mayorga, quien lleva más de 20 años en la calle Miranda ofreciendo a sus clientelas, habitantes y turistas, las infinidades de piezas elaboradas manifestó, “la situación o crisis económica también ha pegado fuerte en esta parte, pues, como no es un producto comestible, ni de primera necesidad, es poco lo que sale a la venta”.
Al conversar con el artesano destacó que hay días buenos y otros malos, “hay pocas ventas, pero se hace lo que se puede, el cuero se consigue poco en el municipio Piar, además de otros municipios y ciudades, el cual es vendido por bulto o pies, a precios altos en divisas, en ocasiones nos reunimos los artesanos y entre todos compramos el cuero”.
Artesanía olvidada
Para Mayorga, la artesanía ha estado olvidada en la localidad, donde muchos compran para revender y no fabrican, “ofrezco correas de cuero, carteras, pulseras, collares, elaborados con la materia prima, por ejemplo, el hilo de moriche, semilla de para para, pionía, mientras que el cuero viene ya procesado”, dijo.
Por su parte, William Márquez, otro artesano resaltó que tiene 25 años trabajando la artesanía, “hay temporadas altas y bajas, pero puedo decir que se han mantenido las ventas de carteras para caballeros, forros de Biblias y teléfonos, correas, pulseras, collares, en ocasiones paso un día sin vender nada, como a veces algo se hace”. El entrevistado señaló que la compra del cuero no le sale tan costoso como la pega, donde un frasco pequeño sale entre 10 a 20 dólares, dependiendo la marca.
Estos artesanos manifestaron que seguirán con su artesanía a pesar de la situación país, siendo parte de la tradición y cultura de la localidad.
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