La australiana Ashleigh Barty, principal favorita del torneo de Adelaida, se adjudicó la victoria final al vencer a la ucraniana Dayana Yastremska por 6-2 y 7-5 en 1 hora y 25 minutos de partido.
Barty, que ganó la última edición de Roland Garros, consiguió su octavo título de la WTA, y seguirá manteniendo con holgura su primera posición en el ránking.
La tenista australiana, Ashleigh Barty, rompió una especie de maldición que impidió durante nueve años ganar en casa a cualquier jugadora oceánica, desde que Jarmila Wolfe ganó en Hobart en 2011. Ella misma fue dos veces subcampeona de Sídney, ante Angelique Kerber en 2018 y ante Petra Kvitova en 2019.
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