El Gobierno boliviano informó este domingo que su sistema de radares funciona al 100 %, por lo que iniciará una transición para la utilización de esos equipos en la lucha contra el narcotráfico y el control de la aviación civil comercial.
«Debemos informar al pueblo boliviano que a la fecha se encuentra funcionando el 100 % de los radares (…) son 13 ubicados en puntos estratégicos» del país, afirmó en una rueda de prensa el ministro de Defensa, Edmundo Novillo.
El ministro explicó que ahora se trabaja en la «implementación» de los radares con las instituciones respectivas, puesto que siete son de uso militar y se utilizarán en la lucha contra el narcotráfico.
Estos equipos pasarán a una administración compartida entre la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) y la Fiscalía, precisó Novillo.
La función de los radares se orientará en la detección de vuelos irregulares o ilícitos y su interceptación mediante los aviones de la FAB para que, una vez en tierra, la Fiscalía y la Felcn hagan los registros de la tripulación y la nave según sus «competencias legales», agregó.
Novillo indicó que además el Ejecutivo considera la emisión de un decreto supremo que regule los trabajos de detección junto a una «acción excepcional» que permita derribar al avión interceptado en «legítima defensa» cuando se identifique un comportamiento hostil.
Asimismo, los otros seis radares se utilizarán para los vuelos civiles y comerciales y estarán bajo administración de la autoridad estatal de Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos (Naabol).
A partir de la operación de los radares para el uso civil, los vuelos internacionales «van a poder pasar por espacio aéreo boliviano», un servicio por el que Naabol pondrá un costo y generará ingresos, añadió el Ministro de Defensa.
En Bolivia está vigente desde 2014 la Ley de Seguridad y Defensa del Espacio Aéreo, que estableció la compra de un sistema de radares, además del derribo de aeronaves implicadas en actividades ilícitas o que violen las normas internacionales y de seguridad del Estado.
En agosto de 2016, el entonces Gobierno de Evo Morales contrató a la empresa francesa Thales para que instale un sistema de 13 radares, con una inversión superior a los 200 millones de dólares (196 millones de euros).
Novillo explicó que, en la época de la pandemia de la covid-19, se presentaron algunos problemas que generaron un «desajuste» en la ejecución del contrato con la firma francesa.
Después de una reciente negociación con Thales, se acordó la ejecución del funcionamiento de todos los radares «sin consto adicional alguno» y manteniendo la garantía de funcionamiento por dos años, indicó el ministro.
Un mayor control de Bolivia en su espacio aéreo ha sido una recomendación constante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) para que el país mejore su lucha contra el narcotráfico.
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