Buenos Aires.- El canciller argentino, Felipe Solá, dijo este jueves que su país debe mantener la «coherencia» en lo que respecta a los derechos humanos después de la polémica que generó en el seno del oficialismo que el Gobierno apoyara el informe de la ONU que denuncia represión estatal en Venezuela.

«La Argentina no debe abstenerse en el tema de derechos humanos y no debe tener miedo», expresó el ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno de Alberto Fernández en declaraciones a Radio Con Vos.

CONTROVERSIA EN EL KIRCHNERISMO

El pasado martes, la Cancillería informó que Argentina iba a apoyar el informe sobre Venezuela elaborado por la Alta Comisionada para los derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, e instó al Gobierno de Nicolás Maduro a implementar las recomendaciones de sus informes y a apoyar investigaciones «imparciales y transparentes» sobre las «alegaciones de violaciones a los derechos humanos».

Esta postura fue muy criticada por diversos referentes afines al sector kirchnerista del peronista Frente de Todos, coalición gobernante, y calificada como un «lamentable giro» de la política exterior de Argentina por Alicia Castro, exembajadora en Venezuela y el Reino Unido durante los Gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015) -actual vicepresidenta-, que mantuvieron una estrecha relación con la Venezuela chavista.

Tal fue el descontento de Castro, que decidió renunciar a llegar a ser embajadora en Rusia, puesto para el que había sido propuesta por el Gobierno pero que aún no había sido aprobado por el Senado.

«Dejemos las discusiones de círculo para otro lado. Hay gente que se mira demasiado a sí misma, y que no puede salir de su círculo. No es la gente con la que vamos a sacar a la Argentina adelante», dijo el canciller en la entrevista radial, cuyas declaraciones fueron difundidas por el propio ministerio.

«PELEAS MENORES»

Según Solá, Argentina tiene una «situación de grave crisis económica y social», por lo que Venezuela «no es el tema central» y sí lo es para el Frente de Todos «gobernar y sacar adelante a este país».

«Lo demás son peleas menores. Lo central es la reconstrucción económica y salir de esta situación. Lo importante es que la Cancillería ayude a exportar, que ayude a que entren más divisas al Banco Central; la reconstrucción nos exige eso y que salga bien el acuerdo con el FMI (Fondo Monetario Internacional)», aseveró, en referencia a las negociaciones con el organismo para refinanciar el préstamo de 44.000 millones de dólares aprobado en 2018.

Alicia Castro había considerado que aprobar el informe de Bachelet suponía votar «la Resolución del Grupo de Lima», en referencia a la alianza de países con gobiernos de centro derecha que desconoce el régimen chavista, a la que se adhirió el anterior Ejecutivo argentino, liderado por Mauricio Macri, y que el de Fernández sigue integrando pero reconociendo a Maduro como presidente.

«Se nos acusa de votar con el Grupo de Lima. Durante todo nuestro Gobierno, desistimos de votar las decisiones del Grupo de Lima. Apoyamos el informe Bachelet y es el único que apoyamos y que nos parece serio», sentenció el canciller.

NO INJERENCIA Y SIN BLOQUEOS

La expresidenta chilena expresó en ese informe, aprobado por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra el martes pasado, su preocupación por las elecciones legislativas que Venezuela celebrará el 6 de diciembre, y denunció obstrucciones a los partidos opositores en los preparativos para esos comicios.

Además, en ese análisis, que actualiza el que ella misma presentó en julio de 2019, también se denuncia «el alto número de muertes de jóvenes en barrios marginados como resultado de operaciones de seguridad» y da cuenta de más de 2.000 asesinatos de este tipo en lo que va de año, 711 de ellos entre junio y agosto.

Solá argumentó que «Argentina tiene un activo en el mundo, que es la defensa de los derechos humanos», y matizó: «¿Cuánto valemos en Ginebra? Valemos nuestra coherencia en el tema de los derechos humanos».

«Argentina seguirá sosteniendo la no injerencia en temas políticos internos de otros países, pero los derechos humanos no son un tema de cada país. Es un tema global, es un problema de conciencia general», subrayó.

También reiteró, como ha insistido en varias ocasiones el presidente Fernández, que la solución en Venezuela no se arregla «con bloqueos ni con sanciones ni amenazas, ni tampoco con evadir las elecciones».

«Los problemas de Venezuela se arreglan con elecciones y con acuerdos, y para eso estamos», afirmó.

 

EFE

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