Yessika Muñoz
Ciudad Guayana.- 23 de Enero es una comunidad rural ubicada en la vía El Pao, cuyos habitantes se sienten olvidados por la Municipalidad y Gobernación.
El sector tiene 29 años de fundado y alberga al menos 543 familias.
¿Qué piden sus residentes?
Pues; calles asfaltadas, servicio de agua y demás atenciones para gozar de excelente calidad de vida.
La comunidad está conformada por 16 calles. La que conduce hacia las bases de misiones es la única pavimentada.
Fundadores y vecinos con más de 15 años viviendo en 23 de Enero, critican las promesas incumplidas por parte de todas las administraciones gubernamentales.
Necesitan mejoras en el servicio eléctrico, agua, asfaltado, venta regular de gas doméstico; son las peticiones que más resaltan.
Plan de asfaltado
Cuando cae la lluvia empeora el estado de las calles, es que los huecos y el lodo que se forma imposibilitan el paso de los peatones.
Los lugareños tienen que utilizar botas para poder salir de la comunidad.
El paso de los vehículos se hace muy riesgoso para conductores, porque el suelo resbaladizo ocasiona que los automóviles se queden atascados en el sitio.
Entre las calles con mayor afectación se pueden nombrar Fe y Esperanza, Caruachi, Guri y Tocoma.
Por su parte, Maritza Rodríguez, miembro del Comité de Tierra Urbana (CTU), explica que hay cinco viviendas afectadas porque hay ojos de agua en la calle Esperanza.
En este caso, no saben si es mejor pedir una reubicación para estas familias o la posibilidad de realizar algún trabajo para la canalizar el agua.
Piden agua potable
Rodríguez explica que la comunidad está conformada por cuatro sectores, solo parte del sector I, tiene conducto de agua potable.
Otros vecinos alegan que hace más de tres años se realizó un cambio de tubería. Este trabajo beneficiaría al sector Francisca Duarte, perjudicándoles a ellos.
Es que una parte de la calle Miranda, los vecinos tienen que dirigirse a la parte baja para llenar baldes con agua.
Otros tienen que comprar agua a cisternas.
Irregularidades en venta de gas
Se ha hecho frecuente que miembros de esta comunidad cierren la autopista antes de llegar a la alcabala “La Chinita” de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) como medida de presión, para que sea enviado camiones con cilindros de gas doméstico.
Cuentan, que desde el año pasado han optado por trancas, debido a que han pasado hasta tres meses sin recibir jornadas de venta de gas.
Hay dos problemas entorno a la venta de gas. Los vecinos sospechan, que el despacho de gas es llevado al sur de Bolívar, porque su costo es más elevado.
Igualmente recriminan el «bachaqueo» de los cilindros.
Lo cierto, es que los residentes solicitan a la Gobernación atender las carencias de la comunidad, porque se sienten desasistidos.
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