Trabajadores informales que laboran  en la avenida Guarapiche, acusan a la vocera que maneja el mencionado sector informal sobre los atropellos ocurridos en el boulevard, ante esta situación los afectados formularon una denuncia ante la Fiscalía Superior Segundo bajo el expediente número DES-14066-22 dependencia  fiscal UDIC.

Al menos 23 comerciantes instalan sus puestos diariamente en los alrededores del colegio Auyantepuy, pero actualmente quienes están en descontento con la vocera del boulevard son seis de ellos, a quienes no les permiten hacer su jornada diaria.

Rosselyn Ríos, comerciante informal desde hace más de cuatro años en el boulevard, explicó al equipo de Nueva Prensa Digital que la quieren sacar de manera arbitraria de su lugar de trabajo.

«Yo tengo bastante tiempo trabajando en este espacio, desde mucho antes que se constituyera una asociación o un grupo por la señora Susana Nuñez, quien es la vocera y ahora me quiere sacar de mi espacio», comentó Ríos.

La comerciante afectada se dedica a la elaboración y ventas de comidas variadas, sin embargo; alegó que por imposición de la vocera existen días que solo pueden trabajar en el boulevard los vendedores de hortalizas.

Algunos de los compañeros de la afectada principal, le brindaron el apoyo a la misma. 

Ríos, aseguró que este es su único trabajo, con el cual lleva el sustento diario a su hogar, para poder mantener a sus menores.

«Necesito que me dejen trabajar, yo asisto a mi puesto de trabajo diariamente. En el lugar hay personas que tienen más de un puesto de trabajo, por ejemplo, la vocera tiene un puesto en la plaza de la navidad», enfatizó.

Apoyo

Los trabajadores informales, destacaron que han tenido el apoyo del colegio Auyantepuy que está ubicado en Unare I, para trabajar a sus alrededores sin ningún tipo de restricción ni reglas.

«La vocera impuso que solo puede haber en el boulevard cuatro puestos de verduras, y esta es otra de las raíces del problema», dijo Francisco Betancourt, otro de los trabajadores quien tiene dos años en el lugar.

Al momento que uno de los comerciantes decida abandonar su puesto de trabajo, se le debe entregar al consejo comunal, y son ellos quienes deciden dárselo a alguien de la comunidad que tenga la necesidad.

Betancourt afirma que esto no ha sido así hasta ahora, que los puestos que han quedado solos, «la vocera se los entrega a personas que están de acuerdo con todas sus imposiciones, y los deja vender lo que quiera».

Reunión

Los afectados exigen una reunión con el alcalde del municipio Caroní, Tito Oviedo, para consolidar una propuesta de trabajo donde no salgan afectados ninguno de ellos.

Asimismo, también esperan poder llegar a un acuerdo donde las personas puedan vender en este boulevard lo que esté al alcance de cada uno, «y no lo que la vocera nos exija, quien se hace pasar por abogada y se siente respaldada por Denny Mazo», finalizaron.

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