Familiares de Sail Ranírez piden que se haga justicia y denuncian al fiscal que lleva el caso. Foto: Bladimir Martinez

Con pancartas y panfletos, familiares de Sail Jhonatt Ramírez Calzadilla exigen justicia y denuncian que cuatro de los detenidos por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) fueron liberados por instrucciones del fiscal Wilmer Pagola, responsable del caso.

La víctima, de 34 años, fue encontrada sin vida en la madrugada del domingo 23 de septiembre, a pocos metros de la entrada del sector La Ceiba, autopista Simón Bolívar, sentido Puerto Ordaz – Ciudad Bolívar. Presentaba una herida abierta en la parte posterior de la cabeza causada por un objeto contundente, excoriaciones en el rostro, una herida cortante en la ceja derecha y el dedo medio de la mano izquierda apuntado.

Los familiares sospechan que los agresores dejaron el cadáver en la carretera para que fuera arrollado, buscando simular un accidente.

Un día antes, “El Gringo”, como se le conocía cariñosamente, asistió a una fiesta en casa de María, una mujer con quien tuvo una relación corta. Actualmente, María convive con “Oscar”, apodado “El Espíritu”, y su hijo Alexis, alias “El Amarillo”, quienes también estuvieron en la celebración. Otros invitados incluyeron a Hender, Freddy, “El Flaco” y Edgardito, entre otros.

La fiesta comenzó temprano el sábado en la vivienda invadida por María, donde vive con cinco hijos, incluidos dos adolescentes.

Existen muchas preguntas

Desiderio Ramírez, padre del fallecido, expresa dudas sobre la investigación. Denuncia que los cuatro detenidos por el Cicpc fueron liberados por orden del fiscal Pagola y no entiende cómo una de las chancletas de su hijo quedó en la casa de María, junto con sus pertenencias, si los liberados no tuvieron nada que ver.

Cree que no había motivos para matarlo, también sospecha que los cuatro detenidos inicialmente por el Cicpc, tienen que ver con el atroz asesinato y son puestos en libertad.

Vecinos piden justicia

Allegados y residentes señalan que Sail era una persona sin problemas en la comunidad Gran Mariscal de Ayacucho. Lo recuerdan con aprecio y resaltan que nunca tuvo conflictos con nadie del sector.

En contraste, María es conocida por su carácter violento y agresivo, y «Oscar El Espíritu» supuestamente tiene antecedentes y vive cerca de la vivienda invadida desde hace dos años.

Familiares piden al fiscal general de la República que designe a otro fiscal para investigar la muerte, pues dudan de la buena fe del fiscal Wilmer Pagola, responsable actualmente del caso.

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