San Félix.-Los padres desmintieron la versión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, que indica que ambos murieron tras enfrentarse a funcionarios de la policía judicial, denunciaron el caso en Fiscalía de los Derechos Fundamentales y piden que se haga justicia.
El suceso fue reportado pasadas las diez de la mañana del día sábado 8 de este mes en curso, en sector Guaiparito, parroquia Dalla Costa. Dicen fuentes de la policía judicial que “El Guasa” y “Albertico”, asaltaron a una mujer, la despojaron de su teléfono celular.
Detectives que se hallaban cerca del atraco, oyeron gritos de la víctima y salieron en su ayuda. La situación generó un tiroteo, supuestamente el par accionó sus armas de fuego contra la comisión, enseguida salieron mortalmente heridos y los ingresaron en la emergencia del Hospital Raúl Leoni, a los pocos minutos murieron.
Supuesta muerte extrajudicial
Explican que cuando murieron José Quijada García y Framber Alberto Ferrer, fue porque estos reclamaron al funcionario del Cicpc, José Ángel Faneite y a su esposa Davianys González, un dinero que les debían, andaban con un tercero que conducía un vehículo Toyota Corolla de color dorado.
Quijada, padre de uno de los abatidos, indicó que a la pareja les dicen en el barrio como: “Los Talibanes de la Gasolina”, ambos venden combustible y manejan de manera clandestina un negocio de bebidas alcohólicas.
Según, los carros que utilizan para traficar gasolina desde la Estación de Servicio Borges, una Hummer del Cicpc con un letrero del BAE; también un Toyota chasis largo de color blanco, entre otros.
Después que surten gasolina en la E/S Borges, trasladan los carros a la vivienda del policía para sacar el combustible, “la esposa del detective conduce estos autos sin ser funcionaria de la policía judicial”, indicaron afectados.
Víctimas trabajaban para la pareja
Padres de los caídos reconocieron que sus hijos trabajaban con la pareja, vendían gasolina y les pagaban una comisión por cada negocio que realizaban.
El día que acontecieron los hechos, las víctimas se dirigieron a la casa del funcionario del Cicpc, en la urbanización Angostura, calle Pérez Navarrete, a pedir su parte del combustible vendido.
Cuando arribaron a la vivienda la pareja se hallaba acompañada de otro funcionario del Cuerpo de Investigaciones y se generó una discusión por el pago.
Según, vecinos presenciaron el altercado y cuando el conductor del auto Toyota Corolla de color dorado, disparó a Framber Ferrer y siguió con Adrián Quijada, “a pesar que rogó para que no lo matara, no le perdonó la vida, cuando cayó al suelo, el policía José Ángel, terminó de ejecutarlo”, afirmó el padre de Quijada.
Dicen que el suceso aconteció en presencia de los vecinos. Posteriormente llegó una comisión del Cicpc, detectives arreglaron la escena del crimen para simular un supuesto enfrentamiento”.
Explican que funcionarios limpiaron con detergente y cloro el sitio. Varios bidones de combustible que guardaban en la vivienda los trasladaron a otra casa.
Vecinos y familiares de las víctimas, exigen que se haga justicia, exhortaron al fiscal superior del estado Bolívar, Manuel Gil Da Silva; también a fiscales de los Derechos Fundamentales y al comisario general, Douglas Rico, director de del Cicpc, para que investiguen este caso.
Advirtieron, al director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, también al fiscal superior de la región que cualquier cosa que le ocurra a los padres de los fallecidos, hacen responsables a los funcionarios de la policía judicial, motivado a que han recibido amenazas de muerte.
Bladimir Martínez Ladera
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