Los Denver Nuggets firmaron este jueves un estreno soñado en las primeras Finales de su historia y sometieron con autoridad a los Miami Heat para tomar ventaja en la lucha por el anillo de la NBA (104-93, 1-0 en la serie).
En una actuación muy equilibrada y admirable de todo el equipo, los Nuggets, que fueron ganando de 24 puntos en el tercer cuarto, se dejaron guiar por un excepcional Nikola Jokic con un triple-doble de 27 puntos, 10 rebotes y 14 asistencias.
El segundo encuentro de estas Finales se disputará el domingo también en Denver.
El Ball Arena de Denver vivió con electricidad y apasionante expectación el primer partido en unas Finales de estos Nuggets inéditos a estas alturas de una temporada.
Lejos de llevarse por las emociones o de mostrar la tensión de un novato, los Nuggets ofrecieron un recital -solo manchado por relajarse demasiado en el último cuarto- y no dieron opción a unos Heat que se presentaron con las fuerzas muy justas y solo dos días de descanso tras vencer en siete partidos la memorable y extenuante final del Este ante los Boston Celtics.
Denver, que tuvo nueve días libres para preparar las Finales tras después de barrer por 4-0 a Los Angeles Lakers, tuvo a cinco jugadores por encima de los 10 puntos.
La figura fue Jokic con una actuación extremadamente inteligente, ya que el pívot dio una clase magistral sobre cómo controlar un partido sin prácticamente mirar a canasta (8 de 12 en tiros a canasta, 10 de 12 desde la línea de personal).
Jokic se unió además a Jason Kidd (2002) como el único jugador que consiguió un triple-doble en su debut en unas Finales.
Impulsados también por una gran defensa en los tres primeros cuartos, los Nuggets contaron con 26 puntos y 10 asistencias de Jamal Murray, 16 puntos de Aaron Gordon y 14 puntos y 13 rebotes de Michael Porter Jr.
Bam Adebayo (26 puntos y 13 rebotes) fue el más destacado de unos Heat con un gris Jimmy Butler (13 puntos con 6 de 14, 7 rebotes y 7 asistencias).
Además, la famosa unidad de los no drafteados se estrelló en Denver, tanto que Caleb Martin y Max Strus se dieron la mano en un espantoso 1 de 17 en tiros de campo y 3 puntos entre ambos.
Miami tiró de casta en el último cuarto para maquillar el resultado, pero tendrá que mejorar mucho para meter en problemas a unos Nuggets que tienen el factor cancha a su favor y que todavía no han perdido en Denver en estos ‘playoff’.
GORDON ASUSTA, JOKIC DOMINA
Se había hablado mucho en la previa de cómo se las iba a ingeniar Miami para frenar a Jokic, pero fue Gordon el que desnudó en el arranque carencias notables de los Heat en defensa.
Con músculo, enorme potencia y arremetiendo sin descanso de cara al aro, Gordon se hizo un gigante en la pintura con 12 puntos en un primer cuarto en el que los ‘pequeños’ Gabe Vincent, Strus y Martin no pudieron plantear resistencia.
Jokic comenzó con un primer cuarto marca de la casa del genio serbio: solo tiró una vez a canasta -y la metió-, llegó a 4 puntos con los tiros libres y, sin embargo, fue capaz de dominar el juego repartiendo nada menos que 6 asistencias.
Butler y Adebayo empezaron bien con 15 puntos entre ambos, pero los Nuggets, con 20 tantos en la zona, abrieron hueco sin perder tiempo (29-20).
Los triples de Murray y Porter Jr., frente a la zona de Miami, sostuvieron a los locales en los siempre delicados minutos en el banquillo de Jokic.
De vuelta a la cancha, el pívot castigó los dos contra uno de los Heat encontrando siempre al jugador libre y estiró la ventaja de unos Nuggets muy solventes y con el duelo bajo control (50-37 con 3.21 para el intermedio).
Adebayo dio la cara en los visitantes con 16 puntos en la primera mitad.
Pero sin Butler a su mejor nivel (7 tantos), con un grave problema desde el triple (4 de 17) y sin noticias de unos Strus y Martin irreconocibles (0 puntos entre ambos con un doloroso 0 de 12 en tiros) los Heat empezaron a perder terreno.
Así, los Nuggets, sin tener que meter la quinta marcha ni forzar la máquina, se fueron con un +17 al descanso (59-42) de la mano de un sensacional Murray con 18 puntos, un gran 59,5 % en tiros de campo y cuatro jugadores por encima de los 10 puntos.
Uno de ellos fue Jokic, que, sin hacer ruido, se plantó como si nada en un doble-doble en la primera mitad con 10 puntos (3 de 3 en tiros, 4 de 4 en tiros libres) y unas magníficas 10 asistencias.
Un 0-7 de salida reanimó brevemente a los Heat, pero los Nuggets, sin asomo de nervios ni dudas en su debut en unas Finales, respondieron sin titubear.
Murray y Jokic continuaron a lo suyo como un dúo letal, Porter Jr. y Caldwell-Pope perforaron el alma de Miami desde el triple y Bruce Brown se apuntó a la fiesta con una canasta para superar la barrera de los 20 puntos (81-60 con 2.08 en el reloj).
Con muy pocos argumentos para orquestar una remontada épica, los Heat llegaron al último cuarto con la lengua fuera (84-63) y aun así sacaron orgullo para sellar un sorprendente 0-11 de partida en menos de tres minutos.
Verse con ‘solo’ +10 despertó de su relajación a los Nuggets, que se enredaron en la zona de Erik Spoelstra y que, pese a un muy deslucido último cuarto (20-30), cerraron el triunfo recurriendo a Jokic como ejecutor en los últimos minutos.
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