La policía española detuvo en Tenerife a cuatro integrantes de un grupo criminal que se dedicaban presuntamente a la trata de mujeres con fines de explotación sexual, una operación en la que liberaron a cuatro de sus víctimas, de nacionalidad venezolana.
La policía informó de que los detenidos ejercían un fuerte control sobre las víctimas, que las explotaban en inmuebles ubicados en núcleos urbanos de la principal ciudad de la isla y permanecían vigiladas en todo momento, a pesar de lo cual dos de ellas consiguieron huir.
Los presuntos criminales ingresaron en prisión provisional acusados de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, explotación sexual coactiva, amenazas y pertenencia a organización criminal.
La investigación comenzó en mayo, después de que dos de las víctimas lograron huir de madrugada de la vivienda donde estaban explotándolas y acudieron directamente a dependencias policiales, donde las atendió el personal especializado y capacitado en la atención integral a víctimas de trata y explotación sexual.
La Policía averiguó que se trataba de un grupo criminal estructurado, con funciones claramente diferenciadas de captación en el país de origen, traslado a España, alojamiento y posterior control de las víctimas en condiciones de abuso.
Se organizó un dispositivo policial coordinado, que logró liberar a otras dos mujeres en situación similar de los inmuebles donde se producía la explotación, así como la intervención de armas blancas, dispositivos electrónicos, dinero en efectivo y documentación relevante para la investigación.
El primer detenido se trata de un individuo que controlaba directamente a las mujeres y en los dos días siguientes arrestaron a los otros tres miembros del grupo cuando intentaban abandonar el país, con lo cual ha quedado totalmente desarticulada la red en la isla, según la Policía.
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