Varsovia.- Estados Unidos aprovechó este domingo la conmemoración en Polonia del 80º aniversario del inicio de la II Guerra Mundial para instar a sus aliados de la OTAN a elevar su presupuesto militar, con Alemania como principal objetivo.

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, intervino en el acto organizado en Varsovia con motivo del arranque de la invasión nazi de Polonia para recalcar el compromiso de su país con la seguridad de sus socios, pero exigió a los demás que cumplan con sus «promesas».

«EEUU y Polonia seguirán estando con todos nuestros aliados para nuestra defensa común. EEUU y Polonia también seguiremos pidiendo a nuestros aliados que cumplan las promesas que nos hicimos. Porque el pueblo estadounidense y el polaco sabemos que una alianza fuerte de países libres, soberanos e independientes es la mejor defensa de nuestras libertades ahora y siempre», declaró.

Pence reitera así el mensaje que lleva enviando la Casa Blanca desde la llegada del presidente Donald Trump, exigiendo que se alcance cuanto antes el compromiso firmado en 2014 para que los miembros de la OTAN dediquen a la defensa el 2 % de su producto interior bruto (PIB).

Eso sí, sin poner en duda -como alguna vez hizo el propio Trump- el artículo 5 de la Carta Atlántica, por el que los aliados se comprometen a salir todos a una en defensa si cualquiera de sus miembros es atacado.

El mensaje de Pence -que sustituyó a última hora en estos actos a Trump- tenía como destinatario más evidente a Alemania -objetivo habitual de estas críticas por dedicar a defensa un 1,3 % de su PIB- y que estaba representada en los actos por su canciller y su presidente, Angela Merkel y Frank-Walter Steimeier, quien justo antes se había referido a esta cuestión en su discurso.

Alemania, reconoció Steinmeier, tiene «una especial responsabilidad» con Europa y «debe contribuir más a la defensa» del continente. No obstante, subrayó que su país está «comprometido» con el «objetivo común» de «preservar lo que nos une», y en especial a la UE, a la que calificó de «un proyecto de esperanza».

Conciliador, aseguró que Berlín mira con «agradecimiento» a EEUU por su compromiso con las libertades, la democracia y la defensa del continente, pero le advirtió frente al unilateralismo: «Europa no va a ser más fuerte sin EEUU o contra EEUU. Europa necesita socios. Y seguro que EEUU también necesita socios».

Steinmeier afirmó que Alemania es muy consciente de la «herencia dolorosa» y el «inconmensurable dolor» que causaron los «crímenes» del nacionalsocialismo. «Cuanto más lejos queda la guerra, más importante es recordarla», aseguró.

Espíritu de reconciliación

También agradeció al pueblo polaco su «espíritu de reconciliación», por dar una «nueva oportunidad» a los alemanes: «En el espejo de nuestra historia tenemos todos los motivos para ser los más felices de los europeos, pero ninguna razón para considerarnos los mejor europeos».

El presidente polaco, Andrzej Duda, se refirió a un horror «difícil de imaginar hoy» y a la necesidad de ser «testigos» de lo sucedido y transmitir a las nuevas generaciones lo que puede suceder cuando «falta el respeto por los demás y por su dignidad».

También recalcó que se debe reaccionar a «cada agresión militar» con una «respuesta decidida», que no se puede «cerrar los ojos», porque eso no es «receta para preservar la paz». Eso es válido para la invasión nazi de Polonia y para las agresiones rusas en Georgia y Ucrania: «No se debe permitir. Es nuestra responsabilidad con Europa y el mundo».

Rusia no estaba invitada a estos actos, en los que participaron representantes de 40 países.

El primer ministro polaco, Mateuz Morawiecki, indicó por su parte en un acto previo que su país tiene la intención de «hablar de las pérdidas que produjo la invasión alemana» y de exigir «una indemnización que compense por el dolor y el daño causado».

La cuestión de las reparaciones de guerra alemanas a Polonia es un tema recurrente desde que accedió al Gobierno el ultraconservador partido Ley y Justicia (PiS) en 2015. En Varsovia se ha asegurado que presentarán una «factura» a Berlín, que por su parte considera que esta pretensión no tiene ningún fundamento legal.

El ministro español de Exteriores, Josep Borrell, apuntó también en Varsovia que fueron «los nacionalismos» el «origen» de la II Guerra Mundial y resaltó que es «especialmente importante» subrayar en la actualidad el mensaje europeísta.

«Nos hemos acostumbrado afortunadamente a la paz, que precisamente fue la fuerza motora que generó la construcción europea inicialmente. Aunque ahora para las jóvenes generaciones que no vivieron la guerra ni la pueden recordar, la paz ya no es esa fuerza motora», consideró.

EFE

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