El australiano Lucas Plapp (Team Jayco AlUla) completó este sábado 45 kilómetros de fuga en solitario y se impuso en la octava etapa del Giro de Italia con más de un minuto de ventaja a los numerosos intentos de escapada, en una etapa que deja al italiano Diego Ulissi (Astana) como nuevo líder en la general.
Exhibición total de Plapp en la que fue su primera victoria en una Gran Vuelta, la octava de su carrera profesional. El neerlandés Wilco Kelderman (Visma) y Diego Ulissi completaron el podio, mientras que el español Igor Arrieta (UAE) fue 4º. El italiano, de 35 años, será el primer italiano que se vista de rosa en 4 años y, además, lo hará en su región natal, en la Toscana.
Después del éxito del español Juan ayuso (UAE) en la pasada etapa, con final en alto, cosechado en los últimos metros, el Giro presentó una etapa de 197 km que Plapp se empeñó en fulminar con una escapada a falta de 45 kilómetros que culminó tras 4 horas y 58 minutos.
No fue la única. De hecho, toda la etapa estuvo marcada por los constantes intentos de brecha, de fuga, que poco a poco fueron apagándose para dar paso a unos nuevos. Los cuatro puertos dieron pie a una carrera inestable, con grupos infinitos en la delantera, perseguidores y escapados que intercambiaron constantemente los puestos y que generaron un caos en el que Plapp fue el que mejor gestionó.
Nuevo líder en el Giro
También Ayuso en la parte final de la carrera, con un ataque a pocos metros que le permitió rascar otro segundo a su gran competidor, el esloveno Primoz Roglic (Red Bull-BORA). Ambos estuvieron en el pelotón durante toda la carrera, a unos 5 minutos de la cabeza de carrera. Ahora Ayuso está a 20 segundos del líder, Ulissi, y a 3 de Roglic, que dista de 17 respecto al italiano.
Intentaron evitar el éxito de Plapp el grupo de tres valientes que cruzó la meta después del australiano. Arrieta fue el más se acercó, a unos 50 segundos, pero el vencedor supo gestionar a la perfección el tiempo, las fuerzas y la emoción para mantenerse a flote y celebrar su gran triunfo.
Consiguió ganar en una etapa con el Sassotetto de por medio, el puerto más exigente de los cuatro que hubo con 133 kilómetros al 7.4% a falta de 90 kilómetros para la meta. Ahí todavía no desveló sus cartas el australiano. Coronó el primero su compañero y compatriota Lorenzo Fortunato, segundo en la general tras la etapa.
Esperó pacientemente su momento, rodeado de todos los ilusionados como el italiano Andrea Vendrame (Deecathlon), el alemán Georg Steinhauser (EF), el francés Romain Bardet (Picninc PostNL), además de Kelderman, Ulissi y Arrieta, que de hecho fueron los primeros en adelantarse a ese primer grupo de escapados para formar una nueva fuga.
Escapada de Plapp
Se sumó Plapp a falta de 45 km a la meta y, en cuanto pudo, apenas unos metros después, rompió definitivamente la carrera hasta tomar más de 1 minuto de distancia cuando faltaban unos 20 kilómetros, en uno de los momentos clave con breves rampas del 12-13% a lo largo de unos 2 km, otros 800 metros al 12% con picos ligeramente superiores que, tras superar con autoridad, le permitieron levantar los brazos en solitario tras casi 5 horas para celebrar su mayor éxito.
La próxima etapa, la novena, que se disputará este domingo entre Gubbio y Siena, de 181 kilómetros con unos 30 de ‘sterrato’, será día clave para los peces gordos. Ayuso y Roglic preparan motores.
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