Según explica Pogacar, ganador de los títulos nacionales eslovenos contrarreloj y en línea, su máximo rival en el Tour hizo toda una demostración en el Dauphiné.
“En el Dauphiné corrió para demostrar que era capaz de ganar con facilidad, casi con una pierna. Nadie pudo seguirle el ritmo. Demostró que estaba en gran forma. Todos esperan que gane este Tour fácilmente», señala.
Desde mediados de junio, Pogacar ha podio entrenarse con normalidad, sin dolor en la muñeca.
«En realidad, nunca he tenido ningún dolor. Es solo que no puedo doblar la mano por completo, siempre está un poco atascada. Creo que estoy en forma para el Tour, pero mi estado de ánimo es totalmente diferente al del verano pasado».
El campeón esloveno aclara que «cuando tienes que defender tu título no tienes la misma presión que cuando tienes que recuperarlo. Me siento tranquilo. Este año no tengo nada que perder».
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