En el cuarto de los seis fines de semana con formato sprint, Verstappen, que el pasado sábado cumplió 26 años y que viene de lograr hace dos fines de semana, en Suzuka -donde ganó el Gran Premio de Japón-, su decimotercera victoria de la temporada, podría festejar su tercera corona sin esperar al domingo. Le saca 177 puntos al segundo en la general, su compañero de equipo, el mexicano Sergio Pérez (400 frente a 223); y podría ser campeón el sábado, incluso sin puntuar en la carrera reducida. Eso, siempre y cuando ‘Checo’ no la acabase entre los primeros tres.
‘Mad Max’ ganó dos de los tres sprints del curso, en Austria y en Bélgica. Y fue tercero en el primero de ellos, el de Baku. Donde se impuso ‘Checo’ un día antes de ganar en Azerbaiyán y firmar su segunda victoria de la temporada -la sexta en la categoría reina-. Así que, teniendo en cuenta, además, que Red Bull reconfirmó su condición de gran dominadora al dejar matemáticamente resuelta la revalida del Mundial de constructores en Suzuka, todo apunta a que el súper-depredador neerlandés festejará su tercer título seguido este mismo sábado, por la noche.
Si no fuese así, le bastaría ser octavo el domingo aunque su colega tapatío gane la carrera dominical sumando el punto adicional de la vuelta rápida. Incluso noveno, si el giro más veloz lo marca él. Resumiendo: sólo una auténtica desgracia impedirá que la afición de los Países Bajos festeje de nuevo a su gran ídolo deportivo este fin de semana.
A partir de ahí, Verstappen, 48 veces triunfal en la F1, se dedicaría a intentar mejorar su propio récord de victorias en una misma campaña, que fijó en quince el año pasado.
Si aparte de coronarse por tercera vez seguida, le pone la guinda al fin de semana con un nuevo triunfo el próximo domingo, se situará a sólo dos de la cuarta marca histórica de victorias, en poder del cuádruple campeón mundial francés Alain Prost, que hizo sonar 51 veces la Marsellesa en la F1. El insaciable Verstappen también podría alcanzar este mismo año el tercer registro de todos los tiempos, el del alemán Sebastian Vettel, otro cuádruple campeón del mundo, que lideró el anterior periplo glorioso de Red Bull -entre 2010 y 2013- y que sumó 53 éxitos.
¿Hay vida (automovilística) después de Verstappen? La respuesta es afirmativa.
El séptuple campeón del mundo inglés Lewis Hamilton (Mercedes) y el español Fernando Alonso (Aston Martin) -con 38 y 42 años, los más veteranos de la parrilla- reanudarán su pugna por el tercer puesto en el campeonato. En Lusail. Un circuito de 5.419 metros, con 16 curvas -seis a la izquierda-, la mayoría de alta y media velocidad; y con una recta principal de más de un kilómetro de longitud.
Ésta será la segunda edición del Gran Premio de Qatar, después de la de 2021. En esa ocasión se impuso Sir Lewis, por delante de ‘Mad Max’ y del doble campeón mundial asturiano; que ese día logró el último podio anterior a los siete con los que se ha convertido en la sensación de esta temporada y con los que elevó su relación de ‘cajones’ a 105.
Hamilton suma 190 puntos, 16 más que el genio astur y con cuarenta de ventaja sobre el otro español, Carlos Sainz (Ferrari), que a mediados del mes pasado, en Singapur, firmó la única victoria de la temporada que no se anotó Red Bull. La segunda en su casillero personal, después de la que celebró el año pasado en Silverstone (Gran Bretaña).
«Fue muy parecido. Creo que Singapur fue más divertido, fue más de alegría pura; y Silverstone fue más emocional, por el hecho de ser tu primera victoria», explicó en una entrevista con Efe que tuvo lugar en Madrid a principios de esta semana el talentoso piloto madrileño, de 29 años; que cuenta 17 podios en la F1.
‘Checo’, de 33, tendrá que estar atento, a su vez, a Hamilton, si quiere convertirse en subcampeón del mundo. El inglés, que está a 33 puntos del mexicano, también luchará por el segundo puesto en el Mundial de constructores, que Mercedes ocupa con 305 unidades, veinte más que Ferrari. Aston Martin es cuarta, con 221; mientras que la emergente McLaren ocupa la quinta plaza, con 172.
En una pista reasfaltada y 39 metros más larga que en la que se corrió hace dos años, donde hará mucho calor -este jueves la máxima será de 43 grados centígrados- y donde la gestión de los mismos será clave, se rodará con neumáticos de la gama de compuestos más dura: los C1 (duros, reconocibles por la raya blanca), C2 (medios, raya amarilla) y C3 (blandos, roja). Los mismos que en Suzuka,
Este viernes habrá un entrenamiento libre y, en sesión de noche, la calificación para la carrera del domingo. Prevista a 57 vueltas, para completar un recorrido de 308,6 kilómetros
El sábado tendrá, de nuevo, carácter independiente; y será la jornada en la que, muy previsiblemente, Verstappen celebre su tercer título. Por la tarde se disputará el ‘sprint-shootout’, la calificación reducida para la carrera corta. Que se correrá con luz artificial, sobre un tercio del recorrido de la prueba dominical; y que otorga ocho puntos al ganador, siete al segundo, seis al tercero; y así, sucesivamente, hasta el octavo, que sumará uno.
Y aunque tanto el sprint, como la carrera larga sean nocturnas, seguirá haciendo mucho calor (puede que hasta 34 grados), algo fácilmente comprobable si a alguien se le ocurriese la (puede que poco lúcida) idea, por ejemplo, de salir a trotar de noche por la bahía de Corniche, en Doha. Donde ya no fondean los lujosos trasatlánticos que sirvieron de hoteles durante el pasado Mundial de fútbol; pero desde donde aún se puede ver el 974, el sostenible estadio diseñado por el arquitecto hispano-estadounidense Mark Fenwick, formado por ese número de contenedores (en homenaje al prefijo telefónico de Qatar). Desmontable. Y que se podría trasladar y re-ubicar en otro destino.
Al canibal neerlandés le da igual lo que maque el termómetro. Le basta con ser sexto para festejar su tercer título seguido este mismo sábado. Y no va a esperar al domingo. ‘Mad Max’ ya huele la sangre.
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