El día 19 de diciembre estaba tranquilo, algo nublado y algo del acostumbrado frio decembrino caraqueño, para esa época el presidente que gobernaba el país era el Dr. Luis Herrera Campins, (partido Copei)

Para ese entonces el Cuerpo de Bomberos del Distrito Federal, llamado Coronel Victoriano Jordán Pestano, situado en la esquina del Rosario, frente al Nuevo Circo de Caracas, dependía de la Gobernación de Caracas y el Comandante General era el Coronel José Octavio González Balza.

Esa mañana del día 19 la tranquilidad reinante presagiaba algo, pero nunca podían imaginarse la magnitud y el resultado de lo que sucedería ese trágico día, la peor tragedia sucedida en el país

Suena el teléfono por donde se recibían las llamadas de auxilio, de la misma manera a través de la radiocomunicación se estaban recibiendo llamadas desde el  cuartel de Bomberos de la Guaira, para pedir refuerzos, (esto se acostumbraba en tragedias de gran magnitud)  donde le comunican que a las 6,30 a.m., se había suscitado una gran explosión en los tanques de combustible de Tacoa, en la Planta Termoeléctrica “Ricardo Zuloaga”, en la localidad de Arrecifes.

De inmediato se despachan las dos primeras unidades comandadas por el Capitán José Antonio Bazán, hombre conocedor y de gran experiencia, en la primera unidad bomba aparte del conductor cinco bomberos en la parte trasera y en el cisterna, el conductor, un comandante y tres bomberos en la parte trasera, ululan las sirenas y las campanas, toman la vía de la autopista, con dirección a la planta termoeléctrica apostada en Tacoa.

Ya al cruzar el segundo túnel se observa la gran columna de humo negro y el olor a combustible ardiendo, al llegar al lugar se aplican las órdenes correspondientes por parte del Capitán Bazán, se enteran que la causa fue por culpa de unos trabajadores en el momento de una operación equivocada, tratan de calmar las llamas, mientras éstas, amenazaban con tomar más cuerpo.

Sin vacilar se piden más unidades a Caracas y se suman los bomberos marinos y aeronáuticos de la Guaira, ya esto se está convirtiendo en un infierno y la prensa escrita, radio y televisión hacen presencia, mientras los héroes de azul trabajan afanosamente.

Nunca nadie podía imaginarse la jugada que le tenía deparado el destino, mas llamaradas, algunas explosiones, y los habitantes lugareños comienzan a abandonar e irse lo más retirado posible, algunos helicópteros sobrevuelan el lugar, uno que se atrevió a aterrizar, la tripulación sale corriendo al ver como se desintegraba la nave, teniendo que alejarse de inmediato, el calor aumentaba y era un peligro latente, cuando se cree que todo está dominado, a las 12,45 p,m, sucede la segunda gran explosión, ya, en este momento todo es confusión,  esto parece un volcán en erupción.

El cuerpo del capitán Bazán, desaparece y con él los bomberos más cercanos, el contenido de los depósitos toma grandes alturas y lejanías, se pierde el control de todo, todas las unidades bomberiles en segundos se convierten en chatarra, totalmente destruidas por la onda de calor, las llamas y el líquido viscoso que vomitaban los tanques a centenares de metros, tal vez kilómetros, de inmediato todo es tristeza y lamentos, varios periodistas, camarógrafos y fotógrafos son víctimas del pavoroso incendio, más los curiosos que aunque estuviesen retirados era imposible salvarse.

Ya esto de inmediato es noticia nacional  e internacional.

Prohibido olvidar, han transcurrido 40 años de esa lamentable tragedia, tiempo que aún no se sabe con exactitud cuántas fueron las víctimas, aunque hay quienes afirman que fueron 180 los fallecidos aproximadamente, entre los cuales 9 o 10, comunicadores sociales, agentes del orden público, curiosos y bomberos.

Pero de los bomberos si hay un número exacto, entre los marinos y aeronáuticos fueron quince y de los del Distrito Federal (Caracas y la Guaira) fueron treinta y cinco, algunos se salvaron por obra de Dios, uno de ellos llamado Domingo León (hijo) el otro que recuerdo, el cual quedo quemado en más del 75%  de su cuerpo el conductor Castor Guerrero.

Este fue invitado en una ocasión a una planta de TV y narró paso por paso todo lo vivido y explicar cómo se salvó, con el tiempo fue jubilado, luego, estando divagando por el centro de Caracas, cuando lo observó una comandante, habló con él, lo convenció y regresó al cuartel Victoriano Jordán Pestano, para trabajar en labores internas, después,  aproximadamente tres años más tarde, falleció.    

Recuerdo los nombres de algunos de los fallecidos, aparte del Cap. Bazán, el mayor Mario Vega, el Cap. José Vieira, el Teniente Félix López, Hugo Vicente Guedez, Braulio Lugo, Herminio Guzmán Morales, Miguel Abreu, Cedric Acevedo, entre otros y estoy dejando de último los casos que no tiene explicación, el Capitán José de los Santos Gil, estaba de franquicia, pasó por el cuartel de la Guaira y cuando se enteró lo que sucedía se sumó, muriendo en el lugar, de la misma manera el Capitán Xavier de Tejada, quien meses atrás estuvo haciendo curso en la empresa Ferrominera Orinoco en Puerto Ordaz, en el área de ferrocarril, ya que iba a ser el oficial de enlace entre el Metro de Caracas y Los Bomberos del Distrito Federal.

Se encontraba en el cuartel central Victoriano Jordán Pestano, sin hacer nada y no tenía nada que buscar, agarró su equipo de protección y se embarcó en una de las primeras unidades que transportaban refuerzos, murió tan pronto llegaron al sitio, y de esa misma forma fueron otros las víctimas, caso contrario el Teniente Coronel Carlos Enrique León, recibió órdenes del comandante José Octavio González, antes de la segunda explosión para que hiciera presencia y se encargara de las operaciones reforzando al Capitán Bazán, cuando la unidad que lo trasladaba presentó fallas mecánicas dentro de uno de los túneles de la autopista, llegando después de toda la tragedia, salvándose de morir, también quien comandaba el Cuartel de Bomberos de la Guaira era el Capitán Miguel Vásquez, quien quería ir, pero siendo el comandante no podía abandonar su puesto de comando.

De esas víctimas 12 eran de la misma promoción, cuando quien, escribe se graduó en la Promoción Bodas de Plata, 25 años de fundados en el año 1.962.

A quienes recuerdo con aprecio y pido QDEP a todos los que marcharon hacia el cielo ahí están reunidos con los que se han ido después por otras circunstancias y los que ya antes habían marchado, entre estos, los “Héroes de El Silencio” (otra historia) comandados por el Coronel Victoriano Jordán Pestano, el Tcel: Luis Ríos Noguera, el mayor Santiago Giraldy, el Tte. José Humberto Ovalles y muchos otros oficiales que nos enseñaron siempre el camino del bien y atender y ayudar al más necesitado en casos de emergencia con DISCIPLINA Y ABNEGACION.

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