San Salvador.- El Gobierno de El Salvador anunció la noche de este jueves un plan de reactivación económica, con prioridad en las micro y pequeñas empresas, por cerca de 1.000 millones de dólares.

«Hemos trabajado en conjunto con el sector privado un planteamiento de medidas económicas para poder paliar los efectos de la crisis de COVID-19», indico el ministro de Hacienda, Nelson Fuentes, en una conferencia de prensa acompañado por otros funcionarios y empresarios.

Señaló que el paquete incluye la creación de una cartera de créditos para todas las empresas que «han sufrido en sus operaciones como daño colateral de COVID-19» por un monto de 360 millones de dólares.

También se destinarían 100 millones de dólares para financiar al «sector informal» con un plazo de pagos de 3 años mediante una comisión estatal de micro y pequeñas empresas.

La iniciativa, cuyos fondos deberán ser aprobados por los diputados del Congreso, también incluye apoyo financiero a las empresas para pagar el 50 % del salario de sus empleados.

Fuentes indicó que también se busca entregar un paquete alimenticio a 1,5 millones de familias, lo que implica un desembolso de 50 millones de dólares mensuales «mientras dure la emergencia».

MEDIDAS FISCALES

El titular del Ministerio de Hacienda detalló que el paquete de rescate de la economía incluye una serie de medidas fiscales para que las empresas privadas «puedan tener liquidez» para afrontar sus costos.

Estas incluye la prórroga de un mes para la presentación de la declaración del Impuesto Sobre la Renta (ISR), que vencía el próximo 30 de abril, y del Pago a Cuenta «como un apoyo importante» para los empresarios.

Por otra parte, buscarán una modificación al decreto en el que se autoriza la búsqueda de fondos por 2.000 millones para atender la emergencia para que el dinero entregado a la alcaldías se utilice «para obligaciones financieras» relacionadas con el pago de servicios e infraestructura.

Explicó que también «se está trabajando un plan para el sector agropecuario, que se va a presentar en el corto plazo» y es un «fideicomiso de seguridad alimentaria» para crear cerca de un millón de empleos.

«Todo esto con la iniciativa de que el circulo económico continúe y se pueda dinamizar la economía una vez salgamos de la etapa de crisis», acotó Flores.

El presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Luis Cardenal, señaló que este plan se construyó tras tres semanas de negociaciones.

Detalló la reactivación de la economía «tiene que ver con el hecho de protegernos de otras enfermedades» como una «crisis de desempleo, hambre, desordenes sociales, inclusive el incremento del crimen y la delincuencia».

Si el Congreso aprueba esta financiación, el país invertiría 3.000 millones de dólares en la atención de la pandemia, de los que 2.000 son para la atención sanitaria y 1.000 para levantar la economía.

El economista Ricardo Castaneda dijo a Efe a inicios de abril que el país se encuentra «a las vísperas de una de las crisis más graves de la historia» con una caída superior a la registrad durante la crisis mundial de 2009.

El experto indicó que el mismo Banco Central de Reserva (BCR) en sus primeras estimaciones señala que «la economía puede caer hasta un 4 % y de continuar así la caída puede ser aún mayor, es decir que el país puede caer en una recesión económica».

Las primeras estimaciones oficiales señalan que el país perdió 281 millones de dólares del ISR a raíz de la pandemia, mientras que se espera que el sector turismo deje de recibir 440 millones de dólares en divisas.

 

EFE

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