El Tourmalet, símbolo del Tour de Francia, y el Angliru, el «olímpo» de Asturias, serán los grandes puertos protagonistas de la 78 edición de la Vuelta que sale este sábado de Barcelona y llegará a Madrid el 17 de septiembre, pero no los únicos, pues el recorrido montañoso ofrece en sus 21 etapas 10 finales en alto, cinco de ellos inéditos, además de 2 cronos.
Aferrada a su personalidad, la Vuelta saldrá con 5 nuevas metas en alto en el menú: Arinsal, en Andorra (3a etapa), Caravaca de la Cruz, Murcia (9a), Larra Belagua, Navarra (14a), Bejes, Cantabria, (16a) y La Cruz de Linares, Asturias (18a). Además no van a faltar las ya típicas llegadas explosivas que persiguen el objetivo de mantener alerta al aficionado día a día, y hasta el último kilómetro.
Esta edición no será una excepción, pues esta vez habrá etapa de montaña en la Comunidad de Madrid la víspera del final, que no será la habitual «de los puertos», sino una «clásica» rompepiernas de 10 cotas de tercera que promete grandes emociones la víspera de la fiesta final en Madrid.
La Vuelta 2023 incluye 2 contrarreloj, la inicial por equipos en la Ciudad Condal de 14,8 km, y otra individual en Valladolid de 25 para abrir la segunda semana. La ronda recorrerá 9 comunidades autónomas y transitará por tres países: España, Andorra y Francia. El recorrido s completa con 6 jornadas de media montaña, cuatro llanas y dos planas con final en alto.
ANDORRA EXAMINARÁ A LOS FAVORITOS EN LA TERCERA ETAPA
Después de la crono por equipos y una vez conocido el primer líder, la segunda jornada partirá de Mataró y concluirá de nuevo en Barcelona, a las puertas del Estadio Olímpico Lluis Companys, actual campo del Barça, donde en 1992 firmaron sus hazañas de oro atletas como Fermín Cacho en 1.500, «El hijo del viento» Carl Lewis en longitud o Linford Christie en 100 metros.
Tras las dos primeras metas en Barcelona, el pelotón se pondrá rumbo a Andorra desde Súria para vivir la primera jornada montañosa de la carrera. El Principado acogerá el primer final en alto inédito de La Vuelta 23 con la subida a Arinsal (1a, 8,3 km al 7,7 por ciento).
El pelotón pernoctará en Andorra antes de partir rumbo hacia Tarragona para poner fin al periplo catalán y andorrano de los primeros días de carrera. De la montaña a la costa.
La ronda pasará a la Comunidad Valenciana para recorrer la provincia de Castellón en una jornada de media montaña entre Morella y Burriana. La localidad castellonense de La Vall d’Uixó será el punto de partida de la siguiente etapa camino de tierras turolenses, con la ascensión final al Pico del Buitre (1a, 10,9 km al 8), donde se encuentra el Observatorio Astrofísico de Javalambre. Será el plato fuerte del día y de la primera semana de competición.
Siete días de sobresaltos que van a desembocar, por fin, en un día para los velocistas, en una etapa entre Utiel y Oliva, junto al mar de nuevo. En la Costa Blanca cogerán inspiración los corredores para terminar al día siguiente en la conocida cima de Xorret de Catí, jornada con 5 puertos y meta elevada.
El primer día de descanso llegará tras la etapa que visitará Murcia entre Cartagena y Caravaca de la Cruz (2a, 8,2 km al 5,5), nuevo viaje de la costa al monte, con las maletas preparadas para volar a Valladolid. Primera neutralización.
El segundo bloque de competición se inaugura con una contrarreloj individual de 25 kilómetros en Valladolid. Después, el pelotón seguirá avanzando hacia el oeste de Castilla y León para visitar la Laguna Negra de Vinuesa, en Soria, con otra meta en subida.
EL AUSBISQUE Y TOURMALET ESPERAN EN LA «ETAPA TOUR»
Zaragoza hará la última llamada a los esprinters antes de que la Vuelta entre en los Pirineos para vivir dos duras etapas de montaña, jornadas Tour, primero con la jornada que empieza en Formigal y termina en el Tourmalet (Especial, 18,9 km al 7,4) , y con el Portalet, Aubisque (Especial, 16,5 km al 7,1) Soulor y Spandelles en el cartel. Serán 4.000 metros de desnivel acumulado.
La dureza continuará en el segundo capítulo pirenaico entre Sauvaterre de Béarn y Belagua (1a, 9,5 km al 6,3), cima inédita. Se incluyen dos puertos de categoría especial, el Col de Hourciére (11,1 km al 8,7) y Larrau (14,9 al 8). Para muchos es la etapa reina de la Vuelta. Después el trayecto entre Pamplona y Lekunberri unirán la jornada previa al segundo y último día de descanso.
ANGLIRU, CRUZ DE LINARES Y SIERRA DE MADRID TRACA FINAL
Con el desgaste acumulado, la última semana promete ser explosiva. Tras la nueva cima de Bejes (2a, 4,8 km al 8,8), en Cantabria, la Vuelta entra en territorio sagrado, nada menos que con el Angliru de primer gran protagonista. La Colladiella y el Cordal serán el aperitivo antes de llegar a la cima del olimpo del ciclismo español.
Como novedad, el Principado de Asturias estrenará otra de sus joyas ocultas, el alto de la Cruz de Linares (1a, 8,3 km al 8,6), como ya hiciera en 2022 con el Collau Fancuaya. Puerto inédito que habrá que subir dos veces, y que aspira a pasar al tesoro de la Vuelta.
Bajando de la montaña habrá un último respiro para el pelotón y los velocistas entre La Bañeza e Íscar, siempre y cuando lo permita el viento.
La Vuelta no habrá acabado, ni mucho menos. Quedará una monumental «clásica» de 208 kilómetros entre Manzanares el Real y Guadarrama que incluye 10 puertos, todos de tercera, que se repiten, como La Cruz Verde, La Encendida y Robledondo, entre ellos. Esta vez no estarán los grandes puertos madrileños, pero la etapa será garantía de emoción.
El paseo triunfal para el vencedor será el 27 de septiembre en Madrid después de 100 km entre el Hipódromo de La Zarzuela y la capital. Junto a Cibeles, la organización espera nombres ilustres para subir al podio y lucir la roja. Ahora sí, la Vuelta habrá terminado.
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