Buenos Aires.-El número de turistas internacionales en Argentina creció en 2019 un 11,1%, pero la cantidad de residentes del país suramericano que viajaron al exterior se redujo un 11,9%, informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
El creciente atractivo de Argentina como país turístico -fomentado por la fuerte devaluación del peso ante el dólar y el euro- contrasta con la pérdida de poder adquisitivo de sus habitantes y las restricciones para pagos en el exterior que les impusieron a final de año.
Pese a ello, Argentina sigue emitiendo más turistas de los que recibe, con 3,95 millones de salidas de residentes y 3,06 millones de llegadas.
Los aeropuertos de Ezeiza, principal puerta de entrada y salida internacional del país, y Jorge Newbery, situado en la capital argentina, registraron en el último cuatrimestre de 2019 que la zona que más turistas envía a Argentina es la compuesta por Estados Unidos y Canadá, con 159.913 viajeros de septiembre a diciembre.
A esta región le sigue muy de cerca Europa, con 157.893 turistas, y Brasil, con 132.192, mientras que Chile, otro de los grandes aportantes de turistas a Argentina, cayó un 31,7 % hasta los 32.364 viajeros.En cuanto a los destinos predilectos de los residentes en Argentina, destacan Brasil, que recibió a 183.095 turistas procedentes de su país vecino, y Europa, que visitaron 158.778 habitantes del país suramericano.
Ezeiza y Jorge Newbery amasaron la mayoría de entradas y salidas del país por vía aérea el año pasado, mientras que el aeropuerto de Mendoza (oeste) les siguió en recepción de turistas y el de Córdoba (centro) en emisión.
La estadía promedio de los turistas que arribaron a los dos principales aeropuertos de Buenos Aires el año pasado fue de 12,8 noches, un número inferior al de 2018, cuando se registró una media de 13,7 pernoctaciones.
En diciembre del año pasado el Gobierno argentino aprobó una megaley de solidaridad social que, ente otros aspectos, estableció un impuesto del 30 % a las compras en moneda extranjera, los pasajes de avión internacionales, así como la adquisición de divisas extranjeras, con el objetivo de evitar la fuga de divisas.
A este encarecimiento de los viajes al exterior para los argentinos hay que sumarle la difícil situación económica en la que se encuentra el país, que finalizó 2019 con una inflación el 53,8 % y donde, según las últimas estadísticas, más de un tercio de la población vive bajo la línea de la pobreza.
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