Madrid.- No solo los actores de «Élite» han visto expandirse su fama mundial con un factor de réplica mayor que el del coronavirus. Con casos recientes como la explosión del «Forever» de Chvrches, también la música ha hallado en la ficción española de Netflix un puente a las estrellas.
Sirvan a modo ilustrativo los datos del citado tema. Editado como parte de disco «Love Is Dead» hace ya dos años, su inclusión a principios de marzo en la tercera y hasta ahora última temporada hizo que sus reproducciones se disparasen un 900% y animara a esta banda británica de «synthpop» a grabar una nueva versión.
Hay mucho de ese barniz musical ochentero en la más reciente remesa de «Élite», con sus 8 canciones de media por capítulo, pero la extensa banda sonora tejida en estos años solo puede definirse como una amalgama «ecléctica» en la que, como los alumnos del colegio Las Encinas, se tocan polos aparentemente antagónicos.
«Puede que lo que escuchan los personajes como parte de la trama tenga un estilo del tipo C. Tangana, reguetón y trap, porque es lo que suena ahora, pero cuando la canción es incidental hay de todo, cosas incluso pelín carrozas como el ‘Forever Young’ de Alphaville», cuenta el productor ejecutivo de la serie Darío Madrona.
Por el impulso de su compañero Jaime Vaca llegó a sonar el eurovisivo «Fuego» de la griega Eleni Foureira y él mismo propuso con éxito un tema de la «Conchita» Velasco de los años 60, «Con nada se puede ser feliz», que era una versión de «Il suffit d’un rien pour être heureux», de Alice Dona.
En ocasiones es el director del capítulo el que ya rueda con una melodía en la cabeza. «Es más, a veces durante el rodaje se ponen las canciones a los actores para que se ambienten y entiendan el rollo del momento», explica Madrona sobre una fórmula que «suele funcionar muy bien».
Pasó con «Indestructibles» de La Habitación Roja, tema que prácticamente ha doblado sus escuchas tras figurar en el capítulo 4 de la tercera temporada hasta convertirse en la más escuchada del grupo valenciano en Spotify.
Pero por encima de estas contadas situaciones, existe un oído encargado expresamente de proponer melodías que rellenen con magia los huecos marcados en los montajes iniciales, el de la veterana coordinadora musical Lynn Fainchtein, mexicana que ha trabajado con Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro y que en Netflix ha puesto su sello a otras series como «Dark» o «La casa de las flores».
«Podríamos pedir a los Stones, pero no solemos conseguirlo; la serie no tiene un gran presupuesto musical, por lo que tienen que ser canciones accesibles desde el punto de vista económico y que además encajen en la historia», cuenta Madrona.
Pocas veces se permiten lujos. Recuerda que el montaje inicial del primer capítulo de la segunda temporada, una secuencia compleja con tres escenas en paralelo, se realizó con el tema de Swedish House Mafia «Greyhound».
«Nos pedían mucho dinero por usarlo, pero quedaba muy bien y de haber tenido que buscar otra, tendríamos que haber montado todo de nuevo y que no resultase tan eficaz», reconoce.
Cuando los directores y los productores ejecutivos deciden qué canciones se incluirán en cada capítulo, empieza la negociación con editoriales y discográficas. No existe un precio fijo de partida. «Algunas nos cuestan 2.000 euros, otras 4.000», revela.
Habida cuenta del escaparate mundial en el que se ha convertido «Élite», hay quien rebaja «un poco» su caché» con tal de aparecer en la serie y quien lo explota como parte de su estrategia de lanzamiento, como «A tu aire» de la artista emergente Vega Almohalla, que en dos meses suma 2,5 millones de reproducciones.
«La discográfica en este caso fue muy inteligente y esperó al estreno de la temporada para lanzar la canción y el videoclip», relata el productor, orgulloso de haber ayudado a la visibilidad mundial de otros artistas nacionales, como es el caso de la actriz y cantante de ascendencia inglesa-danesa Kimberley Tell con «Lo que no me dices» (3,8 millones de escuchas).
No obstante, la fórmula no siempre funciona porque las canciones «no encuentran su sitio para brillar». Muchos no recordarán por ejemplo que en uno de sus capítulos suena «Siempre brilla el sol» de Lori Meyers o que el citado «Forever» de Chvrches ya estaba en la primera temporada.
«Huimos del fenómeno videoclipero, de esas escenas típicas de sexo con música de fondo, y lo que buscamos es que todo encaje perfectamente; si conseguimos que la canción tenga significado emocional dentro de la secuencia, también lo tiene para el espectador. Eso ha pasado tres o cuatro veces en toda la serie», justifica.
Sucedió en la segunda temporada, la primera vez que los personajes de Ander y Omar tienen relaciones sexuales, en «una escena que contaba mucho sin palabras» y para la que se dio «muchas vueltas a la canción».
La directora encontró un tema de un pequeño grupo holandés llamado CUT, «Out of touch», y «lo petó». Estaba en 600.000 escuchas y ahora mismo supera los 10 millones, convirtiéndose en el mayor espaldarazo provocado por «Élite».
A propósito de ese momento, existe una anécdota que muestra por otro lado que no todos los artistas se pegan por estar en «Élite». Antes de «Out of touch», contemplaron otra canción posible, pero sus autores no quisieron que se utilizara. «Creo que porque la serie nos les interesaba», aventura Madrona.
Fue de las pocas veces que les denegaron una canción pagando lo que pedían. En otra ocasión, un cantante no revela nombres negó el permiso, «porque en la escena en la que se iba a utilizar su tema se consumían drogas».
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