El día después de las primarias opositoras de Venezuela, los enemigos de la vencedora indiscutible, María Corina Machado, brotaron desde todos los frentes este lunes, con el firme objetivo de desacreditar a la antichavista e invalidar el proceso en el que los ciudadanos eligieron a la persona que ven capaz de derrotar al mandatario Nicolás Maduro en las presidenciales de 2024.
La contundente victoria de Machado, que obtuvo el 92,56 % de los votos, según el segundo boletín oficial, basado en el 64,88 % de los sufragios escrutados, despertó las reacciones en cadena de opositores que se ofrecieron a sumar a la causa de la «unidad», pero también de detractores que asumieron la tarea de deslegitimar los comicios en los que se consagró como líder del antichavismo.
El primero en salir al ataque fue el también candidato a las primarias por Acción Democrática (AD), Carlos Prosperi, quien mantuvo su ataque de los últimos días a los organizadores de la contienda y hoy emitió un comunicado en el que recalcó que en los comicios hubo «irregularidades».
Aunque, posteriormente, AD reconoció el triunfo «contundente, muy claro y muy rotundo» de la exdiputada y aseguró que la postura de Prosperi, quien no reconoció los resultados, «no es la posición» de la formación, la denuncia del aspirante obligó al secretario general del partido a salir al paso y marcar posiciones.
El chavismo, principal detractor
Desde el chavismo, también surgieron duras críticas a las primarias que se hicieron visibles en ruedas de prensa, en redes sociales y en programas de medios oficialistas, donde desestimaron la participación y mantuvieron el argumento de que Machado, sobre quien pesa una inhabilitación para ejercer cargos de elección popular, no podrá participar en las presidenciales.
El número dos del chavismo, Diosdado Cabello, quien desde el comienzo del proceso de las primarias había insistido en que no se iban a celebrar, aseguró este lunes que fueron un «fraude electoral» que «atenta contra la democracia verdadera» y que va a «acabar con los partidos tradicionales» de la oposición.
En su acostumbrada conferencia de prensa de los lunes, el también primer vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) acusó a la oposición de «inflar los números» y negó la presencia de electores en los centros de votación establecidos por la Comisión Nacional de Primarias (CNP), organizadora de las elecciones.
Cabello aseguró que el «país entero» fue «testigo de la cantidad de centros donde no había nadie» y que, según sus propios cálculos, que han sido «chequeados y verificados», alrededor de 600.000 personas votaron en las internas.
Además, insistió, como lo hizo los meses en los que la CNP organizó la contienda, en que Machado no tiene «posibilidad» de participar en las presidenciales de 2024, debido a su inhabilitación.
«No hay ni una sola posibilidad, pero ni una, ni una, ni media, ni 0,2 (%), ni 0,1, de posibilidad de que una persona que esté inhabitada pueda ser habilitada para participar en una elección presidencial», reafirmó.
Por su parte, el presidente Nicolás Maduro tildó de «mega fraude» las internas opositoras, y aseguró y acusó a quienes las promovieron de haberse «burlado de sus seguidores».
Los disidentes a la carga
También los diputados antichavistas críticos y disidentes del grueso de la oposición calificaron de «fallidas» las primarias y pidieron a las instituciones competentes que se investigue este proceso por considerarlo «un gran engaño» al pueblo.
El parlamentario Luis Eduardo Martínez, quien milita en el partido Acción Democrática (AD), que intervino el Supremo en 2020, cuando nombró a una junta ad hoc que puede «utilizar la tarjeta electoral, el logo (…) y cualquier otro concepto propio de la organización», encabezó las declaraciones en las que los diputados criticaron el proceso.
No obstante, las críticas no opacaron a alegría de la oposición, y la mayoría de antichavistas celebraron el triunfo de Machado y exaltaron la unidad demostrada en la contienda que, aseguran, mantendrán.
Entretanto, Machado, en sus primeras palabras tras ser elegida, insistió en que sacará a Maduro del poder en 2024, y se dijo preparada para derribar «obstáculos», «atropellos» y «pronósticos» adversos.
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