“En aquel tiempo, el virrey Herodes se enteró de todo lo que estaba ocurriendo, y no sabía qué pensar, porque unos decían: «Es Juan, que ha resucitado de entre los muertos»; y otros: «Es Elías que ha reaparecido»; y otros: «Es alguno de los antiguos profetas que ha resucitado.» Pero Herodes se decía: «A Juan le hice cortar la cabeza. ¿Quién es entonces éste, del cual me cuentan cosas tan raras?» Y tenía ganas de verlo”.
Reflexión hecha por Luis Perdomo Animador Bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana. Venezuela
La Iglesia Universal celebra hoy la fiesta en honor a La Iglesia universal celebra hoy la fiesta entre otros santos, en honor a San Mauricio, que fue jefe de la legión Tebana, un cuerpo de soldados especializados, que estaban acantonados en Egipto, y allí se convierte en cristiano y sufren el martirio, junto a todos los soldados. El año de su muerte puede situarse entre los años 280 al 300. San Mauricio ha sido venerado especialmente entre los militares por su valentía e integridad.
Y la liturgia diaria nos presenta el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO, Según San Lucas capítulo 9, del verso 7 al 9. En el que se narra la curiosidad del rey Herodes, el personaje más importante de Galilea, por conocer a JESÚS. Y por cuya identidad se interroga, siguiendo las opiniones que circulan entre la gente sobre el Nazareno. Su expectativa le lleva a hacerse varias preguntas y sus respuestas tienen el triste final de todos los malvados como él.
Ya que si es Juan el Bautista que ha resucitado, su mala conciencia experimenta un retortijón de remordimiento, porque él lo había mandado a matar de la manera más vil. Si es Elías, significa que ha llegado el final de los tiempos y entonces tendría que decirle adiós a su reino. Si es otro de los profetas que ha revivido, los cuales fueron muy incómodos para los poderosos, significaría también una amenaza para su poder. En los tres casos se da el error de asemejar a JESÚS, con el pasado, siendo que JESÚS es Perenne y Actual.
Sin embargo, Herodes moviéndose entre la sensatez y el cinismo, acierta planteándose la pregunta clave: ¿Quién es este? Para responderse no encuentra más que un medio: ver a JESÚS. A ello lo guía no la fe, sino una malsana curiosidad, que será satisfecha en la hora de la Pasión del Maestro, en la cual el malvado reyezuelo tendrá la ocasión de satisfacer su curiosidad, acabando por burlarse del condenado sin delito, ya que buscaba al espectáculo, no a la persona que hubiese podido transformar su vida.
El texto nos hace intuir que las cavilaciones de Herodes son producidas por los comentarios sobre la Actividad Misionera y Sanadora de JESÚS. Ya que una masa anónima de gente pobre y marginada busca a JESÚS, para escuchar Su Mensaje de Salvación y ser Sanados de sus enfermedades físicas y espirituales. Pero solo un diminuto grupo de personas se atreve a acompañarlo en el camino hacia Jerusalén y un grupo aún más reducido continúa a su lado, después de su muerte para Anunciar Su RESURRECCIÓN y continuar Su Misión de Proclamar las Buenas Nuevas del Reino de Dios.
Al confrontarnos con el texto vemos que, en nuestro tiempo también hay muchos Herodes empeñados en eliminar la vida y la esperanza de los pobres, pero al mismo tiempo se sorprenden porque aún, con todas las calamidades que viven, las pequeñas comunidades, organizaciones no gubernamentales y grupos eclesiales mantienen viva la Luz del Proyecto de JESÚS, que es la que los hace encontrar las fuerzas con las que se puede resistir las acciones perversas de quienes se creen dueños del mundo y piensan que la justicia Divina nunca los alcanzará.
En nuestro tiempo también hay mucha gente, que al igual que Herodes, se interesa por JESÚS, bien sea por su fama, por su acción profética, por los milagros que se le atribuyen o por lo novedoso de Su Proyecto de Vida. Y esta curiosidad ya es un buen inicio, pero es insuficiente si no se da el paso de seguirlo a Él, por el camino del conocimiento personal, el cual lo encontramos en la Sagrada Escritura, que al hacerla parte de nuestras vidas nos transforma en seres dispuesto a vivir nuestra auténtica humanidad de servicio y solidaridad con nuestros semejantes. Por eso hoy es el día para preguntarnos: ¿con cuál grupo me identifico: con los curiosos, con los simpatizantes que lo buscan por un interés particular o con los discípulos fieles de JESÚS dispuestos a continuar Su Obra de Amor por la humanidad?
Señor JESÚS, danos el discernimiento y la inteligencia necesaria para encontrarte en la lectura asidua de la Sagrada Escritura y poder convertirnos en seres dispuesto a vivir una auténtica humanidad de servicio y solidaridad con nuestros semejantes. Amén.
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