Madrid, España. La Real Sociedad encadenó su segundo empate consecutivo, esta vez en el duelo vasco en Vitoria frente al Alavés (0-0), con lo que entregó el liderato de LaLiga Santander al Atlético de Madrid.
El conjunto de Diego Pablo Simeone era considerado el líder ‘virtual’ al tener dos partidos aplazados, pero ya lo es de forma efectiva y real con un punto de ventaja sobre el equipo de Imanol Alguacil, que no supo aprovechar en Mendizorroza haber jugado la última media hora en superioridad numérica por expulsión del argentino Rodrigo Battaglia.
La ausencia por lesión del máximo goleador de la liga, Mikel Oyarzábal, y a última hora de David Silva, determinante en el último pase y para encontrar huecos donde pocos los ven, fue decisiva ante un rival en progresión como el Alavés que llegaba reforzado tras haber vencido al Real Madrid en el Alfredo di Stéfano.
La importancia del encuentro del jueves en Nápoles y la cercanía del pasado choque ante el Rijeka condicionó el once de Imanol Alguacil, que introdujo numerosos cambios. El Alavés, pese a la superioridad de su rival, aguantó bien y además Fernando Pacheco volvió a mostrar su categoría bajo palos.
Así las cosas, el Atlético se presenta a estas alturas de temporada como el principal favorito al título, con un punto de ventaja sobre la Real Sociedad y cinco respecto al Villarreal con dos partidos menos jugados. La próxima jornada se enfrentará al Real Madrid en un choque que puede despedir del objetivo de revalidar la corona a Zinedine Zidane, ahora a seis con solo un partido pendiente. El Barcelona navega a nada menos que doce.
Villarreal sigue en tercero
El Villarreal sigue tercero, a cuatro puntos de los donostiarras, tras sumar su tercer empate consecutivo, en el duelo regional ante el rocoso Elche del argentino Jorge Almirón (0-0), todo un muro, tan efectivo que dejó sin marcar al cuadro castellonense en La Cerámica por primera vez desde diciembre del pasado año.
Lo intentó por todos los medios el conjunto de Unai Emery, aunque sin claridad de ideas. Ni siquiera los cambios dieron sus frutos. Trató de cambiar el rumbo en el descanso con el japonés Take Kubo y Paco Alcácer -se volvió a lesionar-, pero sin éxito. El Elche maniató bien al ‘submarino amarillo’ y además Edgar Badía se encargó de acabar con las esperanzas locales y el cuarto empate seguido es todo un premio a un buen trabajo realizado.
Betis con bálsamo
El Sadar, donde no ganaba desde hace cuatro años, fue esta vez balsámico para el Betis. Llegaba urgido el equipo del chileno Manuel Pellegrini a Pamplona después de tres derrotas seguidas y encontró el triunfo que tanto necesitaba.
Se encomendó a la calidad del francés Nabil Fekir y los cambios resultaron también determinantes. El galo, protagonista siempre, participó además en la jugada que culminó Borja Iglesias a pase de Aitor Ruibal y que comenzó a definir el encuentro.
El ‘panda’ no marcaba gol alguno desde enero poco después de reemplazar a Loren Morón encontró el momento que tanto precisaba para acabar con su sequía además con un tanto fundamental para su equipo, que selló el 0-2 al final con una acción entre otros dos jugadores que acababan de salir, con envío del veterano Joaquín Sánchez al joven Juan Miranda, quien marcó su primera diana en la elite.
La victoria supone un absoluto alivio para el bloque de Pellegrini, que en una liga tan loca como la actual, da un salto tremendo en la tabla, en tanto que Osasuna agrava su situación, con cinco jornadas sin ganar (de ellas cuatro derrotas), y queda en zona de descenso.
Huesca se hunde más
Peor le van las cosas al Huesca, colista y único equipo que aún no ha ganado. Lo tuvo en su mano, más cerca que nunca, cuando el japonés Shinji Okazaki elevó el 1-3 al marcador de Los Cármenes a falta de ocho minutos para el final.
El resultado era el justo premio al buen encuentro del equipo de Míchel Sánchez, en el que casi siempre fue por delante porque, aunque el colombiano Luis Suárez respondió al tanto de Mikel Rico, después del descanso Borja García y Okazaki parecieron sellar el estreno del cuadro oscense.
Pero este Granada volvió a demostrar que es irreductible y en un final loco, con dos goles seguidos en dos minutos de Jorge Molina (m.88) y Germán Sánchez (m.90), consiguió salvar un punto con un espectacular 3-3. «Este empate duele más que una derrota», aseguró tras el encuentro su técnico Míchel.
Un castigo absoluto para el Huesca, que sumó su octava igualada del curso cuando en muchos de esos partidos mereció más. Es último, no conoce la victoria, pero su juego y la escasa distancia con la salvación -tres puntos- le otorgan esperanzas.
El empate le dejó mucho mejor sabor de boca a Diego Martínez y su escuadra porque tuvieron el partido perdido. No obstante, acumula cinco partidos sin ganar, pese a lo cual sigue cerca de la zona europea.
EFE noticias
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