En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios».
Él los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas: «¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir.
Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido.
Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa.
En verdad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre».
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.
Reflexión del Evangelio
La Iglesia Universal celebra la fiesta, entre otros santos, en honor a Santa Ángela de Méreci. Nacida alrededor del año 1470 en Desenzano, junto al lago de Garda, en la región de Venecia.
Tomó el hábito de la Tercera Orden Franciscana y reunió un grupo de jóvenes para instruirlas en las obras de caridad.
El año 1535 fundó en Brescia un instituto femenino, bajo la advocación de Santa Úrsula, dedicado a la formación cristiana de las niñas pobres.
Liturgia del Día
La liturgia diaria meditamos los textos de: Hb 9,15.24-28; Sal 97; y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO, según San Marcos capítulo 3, del verso 22 al 30.
En el que se narra un enfrentamiento de JESÚS, con los maestros de la Ley, y en el que se deja claro cuál es la posición de cada uno.
Los adversarios de JESÚS, buscan a toda costa descalificar Su Obra y Su Praxis Sanadora, utilizando un argumento falaz al decir que sus acciones milagrosas, curaciones, y expulsiones de espíritus inmundos, las realizaba con el poder de los jefes de los demonios, a quien identifican con el nombre de Belzebú o satanás.
JESÚS, por su parte, utilizando el lenguaje parabólico, típico de Su Predicación, deja en evidencia que nadie puede luchar contra sí mismo.
Él les dice que el demonio no puede autodestruirse, y luego les da, la sentencia contundente: negarse a aceptar la acción del Espíritu Santo, que actúa a favor de los pobres y marginados, es el peor pecado que pueda cometerse y para el cual no habrá perdón.
La verdad y la justicia
Al confrontarnos con el texto, podemos ver que, en nuestro tiempo, y en cada una de nuestras comunidades, también está presente la descalificación de las acciones de todos aquellos que deciden valientemente tomar las banderas de las defensas de los excluidos, de la libertad y de la democracia.
Es que colocarse al lado de la Verdad y de la Justicia, no es una tarea fácil, ya que solo la podemos asumir si nos Configuramos con Cristo para saber que con Él se ha inaugurado un tiempo de Unidad y de Solidaridad, frente a un mundo dividido por el egoísmo y la exclusión.
Por eso es que hoy es el día, para revisar nuestras formas de proceder en el contexto social, y saber que cada uno de nosotros podemos vernos envueltos en muchas polémicas a causa de nuestra Fe.
Por lo que es necesario tener unos argumentos razonados e irrebatibles para responder, y «dar razón» de lo que creemos. Pero, sobre todo, saber que nuestra vida está llamada a ser transparencia del Espíritu recibido en el Bautismo y del Reino que es Don y tarea.
Teniendo muy en cuenta lo que dijo San Pablo VI: «El mundo de hoy necesita más testigos que maestros y, si acepta a los maestros, es porque antes han sido testigos».
Aceptar nuestros corazones
También es el día para pedirle al PADRE y al Espíritu Santo, que nos permitan aceptar en nuestro corazón y hacer realidad el Plan de Salvación nos ha traído Nuestro Señor JESUCRISTO.
Para que, actuando como Él, podamos vencer el mal que destruye nuestras vidas personales, nuestras familias y nuestra sociedad. Porque al mal solo lo podemos vencer haciendo el bien que nos impulsa a hacer el Espíritu de la Verdad y de la Vida, que nos da JESÚS en el momento de nuestro Bautismo.
Señor JESÚS, aumenta nuestra capacidad de discernimiento, para entender qué es el Espíritu Santo quien mueve nuestro corazón en la búsqueda de la Verdad y nos ayuda a Configurarnos Contigo en la lucha por la Justicia y la Solidaridad.
Amén.
Luis Perdomo
Animador bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana
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