Brasilia.- El exgobernador boliviano Mario Cossío, en el exilio desde 2010, instó a la oposición de su país a boicotear las próximas elecciones si persiste la candidatura del presidente Evo Morales, la cual sostuvo que es «ilegal» y «vicia de nulidad» el proceso.
«El tema central es que la candidatura de Evo Morales es un hecho absolutamente ilegal», por lo que todo el proceso «es fraudulento», sostuvo Cossío en una entrevista con Efe durante una visita privada a Brasilia.
El exgobernador del departamento de Tarija, destituido en 2010 acusado de irregularidades que aún niega, reside desde hace nueve años en Paraguay en condición de refugiado y ahora, de cara a las elecciones de octubre, ha pedido a la oposición que no participe.
Cossío sostuvo que el proceso electoral ha comenzado a pesar de que, en febrero de 2016, el «pueblo soberano» le negó a Morales la posibilidad de una nueva reelección, que rechazó en un referendo.
Reelección indefinida
Sin embargo, el Tribunal Constitucional de Bolivia reconoció en 2017 el derecho de Morales a la reelección indefinida y en 2018 el órgano electoral habilitó su postulación apoyado en ese fallo.
Según Cossío, «existe un desconocimiento abierto a la soberanía popular y este es un hecho totalmente inadmisible», por el cual el proceso «no debería ser acompañado por la oposición», sobre todo porque con esas elecciones se pretende «consolidar una dictadura» que «ya está instalada» y «perpetuar a Evo Morales en el poder».
El opositor en el exilio comparó su propuesta con el «repliegue» que la oposición venezolana hizo en las elecciones de 2018, cuando optó por no participar y denunciar como fraudulento el proceso en el que se impuso Nicolás Maduro.
Elección fraudulenta
«Ese repliegue de la oposición ha permitido que posteriormente se califique a Maduro como lo que es: el producto de una elección fraudulenta e ilegal y que, obviamente, hoy puede ser calificado como usurpador del poder», dijo.
En su opinión, «en el caso boliviano es exactamente lo mismo».
En ese sentido, dijo que «hay un candidato que ya ejerce, para empezar, un gobierno de manera inconstitucional, porque es su tercer mandato; que ha sido habilitado de manera absolutamente ilegal, que está arrastrando al país a una elección fraudulenta y que será otro usurpador del poder».
Según Cossío, si la oposición decide participar en el proceso en caso de que no se revise la candidatura de Morales, perderá todos los «argumentos» necesarios para «provocar una reacción similar a la que hubo con Venezuela, cuando unos 60 países fijaron una posición muy clara de desconocimiento al régimen de Maduro».
El opositor sostuvo que, más que impedir una candidatura, en el caso de Bolivia se trata de la «recuperación de la institucionalidad democrática y la legalidad», que a su juicio se perdieron cuando se decidió permitir la postulación de Morales a una nueva reelección.
Manipulación
Afirmó también que, por detrás del proceso electoral, existe un «andamiaje de manipulaciones ocultas», con tribunales «que están hechos a la medida del régimen», al que «le otorgan las reglas que requiere para lograr el objetivo que se ha trazado», que a su juicio es «eternizar» a Evo Morales en el poder.
Cossío reconoció que la oposición boliviana, así como sucede con la venezolana, no ha logrado una «cohesión», aunque lo atribuyó en parte a la «persecución» de la que acusa al Gobierno de Evo Morales.
«El régimen se encargó desde hace mucho tiempo atrás de destruir al sistema político», llevó al exilio a «más de 1.200» ciudadanos, «encarceló a otro tanto y persiguió al resto», sostuvo.
Según Cossío, por esas y otras razones la oposición boliviana hoy está «dispersa y desarticulada» frente a un Gobierno que «controla de forma absoluta todas las instituciones» del Estado.
«Es una ingenuidad política creer que estamos en condiciones de normalidad y que Morales le entregará el poder al ganador (si no fuera él) de una elección que, obviamente, ya está definida», dijo.
A pesar del énfasis que puso en su propuesta de boicot electoral en caso de que no se impugne la candidatura del mandatario, Cossío reconoció que no ha encontrado mucho eco entre los abanderados de la oposición con que ha conversado, cuyos nombres mantiene en reserva.
«Todos dicen que existe razón en lo que planteo, pero no todos están dispuestos a asumirlo. No sé si vamos a tomar por ese camino», apuntó.
Eduardo Davis EFE
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