Más de 34 viviendas se encuentran sin servicio eléctrico tras la explosión de dos transformadores que dejó sin luz a un importante sector de Riberas del Caroní, en la parroquia Unare de Puerto Ordaz. Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) asegura no contar con aparato para reemplazar los quemados, prolongando el calvario de las familias.
La explosión del segundo convertidor eléctrico en el banco de transformadores del sector II ocurrió hace más de una semana y afecta a las manzanas 10, 04 y 13. Los vecinos reportaron la emergencia a través de la aplicación VenApp, pero fueron informados de que no hay transformadores disponibles para la instalación.
“Fue una muerte anunciada”, dijo una vecina, quien recordó que el transformador que estalló ya había recibido mantenimiento en dos ocasiones anteriores, pero no resistió una tercera, según indicó el personal de Corpoelec, después de que el primero estalló el año pasado.
Un riesgo para la salud
Los afectados describen la situación como grave, pues en el sector viven personas oncológicas, pacientes renales, personas con problemas cardiovasculares, además de adultos mayores y niños que requieren de ambientes climatizados para su bienestar.
El estruendo de la explosión, registrada el día jueves al mediodía, se escuchó a varios kilómetros, contó una residente de la manzana 10. El transformador presentaba una fuga de aceite, situación que preocupaba a los vecinos, quienes vaticinaban el fallo inminente.
Vanessa Amesty, una habitante, señaló que solo funciona uno de los tres transformadores, que suministra corriente eléctrica a baja tensión (110 volts) y no llega a todos los hogares, causando además la pérdida de electrodomésticos por las fluctuaciones.
Nancy Díaz añadió que la situación ha afectado su comida refrigerada y que la crisis eléctrica se suma a un corte de agua anunciado por Hidrobolívar por más de tres días, complicando aún más la vida en Riberas.
Esperas y reclamos
Luisa Monagas explicó que Corpoelec posee un transformador de 37.5 KVA listo para instalar, pero requiere autorización desde Caracas para hacerlo. Mientras tanto, las familias continúan sufriendo.
Licett Bravo, fundadora del sector y enferma oncológica, afirmó que unas 34 familias viven sin electricidad y han solicitado ayuda a diversas instituciones sin obtener respuestas. «Sabemos que tienen un transformador, pero parece que esperan que ocurra una desgracia para actuar», comentó.
Mirtha Pérez, con problemas cardiovasculares, resaltó la necesidad de un ambiente climatizado para su salud, y recordó que muchas mujeres recién paridas en el sector también se ven afectadas al no poder alimentar adecuadamente a sus hijos.
La comunidad exige a Corpoelec una pronta solución para aliviar el sufrimiento de sus habitantes más vulnerables y evitar consecuencias mayores.
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!