México.- La escritora cubana Gabriela Guerra, ganadora del Premio Juan Rulfo de novela de 2016, confesó este lunes que como no se le da bien escribir versos, trata de referirse en su narrativa a la poesía de la vida.
«Me gusta sentir que la poesía de la vida es como el amor; quizás son la misma cosa. Creo que es la poesía lo que nos hace bello lo trivial», asegura este lunes en entrevista con Efe la autora a propósito de su tercera novela: «Hellena de todas partes», finalista de los Premios Ciudad de Badajoz en 2020.
La obra, publicada por la editorial Aquitania, cuenta la relación epistolar entre Tassos, un solitario de más de 50 años, y Hellena, más de 20 años menor, que a partir de la poesía desarrollan una pasión no carnal, sin celos ni egoísmos.
Hellena encuentra en un bar de París un cuaderno con versos del desconocido; le escribe una carta y 10 días después recibe la respuesta de Tassos, un griego originario de Creta residente en la capital francesa.
Como hacían las personas hace 30 años, la cartas son a mano y enviadas por correo. Son cortas, lo cual obliga a los protagonistas a resumir con brevedad sus vivencias. El final es duro para Hellena y en el dolor se encuentra con el Tassos amoroso que por fin conoce personalmente.
«Ella le escribe buscando un compañero de soledades. Es la soledad lo primero que los une; hay una relación filial, de un amor desprovisto de sexo. Yo sabía que ese amor no iba a dejar de ser platónico», agrega.
TRAYECTORIA EN MÉXICO
Guerra, originaria de La Habana, llegó a México en mayo de 2009 como corresponsal de una agencia de prensa cubana y un año después se estableció en el país, donde debutó como escritora de ficción con «Bahía de Sal», ganadora del Premio Juan Rulfo. Luego escribió el libro de crónicas «Memorias de La Habana», la novela «Luz en la piel» y el libro de cuentos «Los amores prohibidos de la muerte».
«Al principio no lo tenía claro, ahora sí sé que escribo para salirme de la realidad y evadirme al mundo paralelo de la literatura, para vivir con poesía una vida mejor que la que tengo», confiesa.
Escribir una novela epistolar fue para Guerra un rompimiento en su obra que le causó sobresaltos por el miedo a lo desconocido al cambiar su estilo; «Hellena de todas partes», está compuesta por cartas cortas, en las que la narradora cuenta con toques poéticos en la voz de los protagonistas.
«El poeta Eliseo Diego le dijo en alguna ocasión a su hijo novelista, Eliseo Alberto, que para escribir una novela había que leer poesía y yo me tomé eso por bandera. Es la poesía lo que nos hace bello lo trivial», insiste.
PERSONAJES Y DIVERSIDADES
En la obra, Hellena conoce a un marinero turco, viaja con él por África y mientras vive decenas de aventuras, le cuenta su vida a Tassos, quien espanta su soledad con libros, acompañado de la amistad de una pareja francesa y en una relación con Olivia, una chica que al final se muestra como una mujer con amor propio.
La novela presenta en Olivia a una mujer capaz de no quedarse donde no se siente amada, pero también se refiere a minorías, con personajes bisexuales, emigrados, indios tarahumaras de México y africanos. Todos con algo que contar desde lo humano.
«Soy migrante, desarraigada, como Hellena y Tasso, pero esto de las minorías es algo inconsciente, de lo que sí tuve conciencia fue de que los personajes de mi novela se sintieran excluidos del mundo. Es una novela de la soledad, todos son huérfanos de alguna manera», dice.
«Hellena de todas partes» fue publicada por Aquitania, un proyecto en el que está involucrada la autora, que trata de abrirse paso en el mundo editorial.
«Lo estamos haciendo por amor al arte porque nos interesa el impacto que la literatura puede tener en la gente. No pensamos en el beneficio económico», revela la escritora, que intenta poner poesía también en su manera de vivir.
EFE
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!