Quito.-Un año después de su histórica victoria en la final de Copa Sudamericana, Independiente del Valle (IDV) mantiene su apuesta a largo plazo en el fútbol formativo, en la creencia de que sólo así garantizará un futuro estable al proyecto deportivo iniciado hace una década.

Segundo en la clasificación general en la primera fase del campeonato ecuatoriano (en la segunda va undécimo) y ya en octavos de la Libertadores, IDV cree más en el «legado» que en los «títulos», a decir de su entrenador español, Miguel Ángel Ramírez, que llevó al conjunto a la final de Asunción en 2019.

«Para mí, es más el legado que dejas, que los títulos que ganas», dijo en una entrevista con el diario El Comercio con motivo del aniversario.

IDV, creado hace 62 años pero que estuvo en categorías regionales hasta que se convirtió en proyecto «deportivo de alto rendimiento» hace una década, se impuso en aquella final por 3-1 al Colón de Santa Fe.

Fue un título que aliviaba los sinsabores de la derrota, tres años antes, ante el colombiano Atlético Nacional en la final de Libertadores.

Y un título que sin duda refrendaba los esfuerzos del club desde sus bases y que, si cambió en algo la filosofía del equipo, fue en «exigirnos más a nosotros mismos», confesó a Efe el también español Iván Vázquez, coordinador de sus formativas.

«En lo que sí nos ha impulsado ese título es a exigirnos más, hacer que el éxito nos haga dar más cada día. Seguimos creyendo en la base de la idea», agregó, si bien «todos los años se trata de mejorar el método» porque «al final, si haces lo mismo durante mucho tiempo, lo normal es que el tiempo te vaya apartando a un lado».

De la mano de Ramírez, su DT desde 2018, el IDV ha afianzado su estrategia de un fútbol base y de posesión casi de estilo europeo -en contraste con el menos táctico latinoamericano-, y que recuerda en gran medida proyectos como el de La Masía barcelonista.

«Hay que adaptarlo un poquito al medio, a la idiosincrasia del club, a la cultura de las personas, (pero) sí que hay gran semejanza porque al final nuestro método es muy parecido al europeo y es como una isla en América», destacó Vázquez, que dejará el club en diciembre.

También podría hacerlo el técnico Ramírez, de 36 años y que recientemente ha rechazado ofertas de equipos como Flamengo y Palmeiras, según medios locales.

Al técnico, «empezar un proyecto en medio de todo», cuando los campeonatos están ya comenzados, le hacía «mucho ruido» y dijo que prefería esperar hasta encontrar un club cuya «idiosincrasia comulgue con su idea de este juego», en el que sigue aplicando su apuesta de dar oportunidades a los más jóvenes.

«Independiente expone a muchos jóvenes en ese proceso. Debutan con el primer equipo y no en ‘minutos basura’, sino en escenarios donde hay que exponerse. Competir con un chico de 17, 18 o 19 años es exponerlo al alto nivel», afirmó Vázquez.

Un clarísimo ejemplo del resultado de esta «Masía ecuatoriana» ha sido el mediocampista Moisés Caicedo, de 19 años y una de las promesas del fútbol nacional.

Ganador este año junto a IDV de la Copa Libertadores Sub-20, celebrada en Paraguay y en cuya final derrotó a River, Caicedo también ha sido alistado para la Selección nacional, con la que fue titular en octubre frente a Argentina y Uruguay y se convirtió en el ecuatoriano más joven en marcar con la Tri.

Y es que con la mejor cantera del país a su disposición, el IDV llegó a golear esta temporada por 5-0 al campeón del año pasado de la Libertadores, el Flamengo, si bien parece que la pandemia no le permite alcanzar la regularidad deseada, pues ha sufrido también sonadas derrotas.

«Me gustaría resultados más regulares, pero en la circunstancias actuales es difícil y lo vemos en los equipos más grandes del mundo», se justificó Ramírez.

En los veinte partidos hasta ahora del campeonato local, el conjunto acumula 11 victorias, 5 empates y 4 derrotas (tres de ellas en las últimos cinco jornadas), con 45 goles a favor y 33 en contra.

La irregularidad en ese sentido parece responder más a la época de pandemia que a la insistente incorporación de jugadores de las formativas a la plantilla principal, curiosamente, y de manera más especial, para alternarse con figuras extranjeras.

Vázquez explicó a Efe que la competitividad se gana en competiciones de alto nivel, lo cual no ha sido posible por el coronavirus, y que pese a todo «hemos sido capaces de salir campeones en Sudamericana y la Libertadores Sub-20 sin renunciar en ningún momento a nuestro método, valores y comportamiento».

«En el momento que eso cambie creo que este club dejaría de ser sostenible en el tiempo. Independiente tiene estructura de fútbol formativo y tiene asegurada la estabilidad a muchos años. Si te desvías de eso y empiezas a incorporar jugadores de fuera, un año te tocará ganar y otro también, pero a largo plazo no termina por sostenerse», concluyó.

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