Recife (Brasil).- El juicio a los 4 acusados por el incendio en una discoteca en el sur de Brasil que causó 242 muertos y 636 heridos, la mayoría estudiantes universitarios, comenzó este miércoles en Porto Alegre, casi 9 años después de la mayor tragedia de ese tipo en el país en los últimos 60 años.
La tragedia en la discoteca ocurrió el 27 de enero de 2013 en Santa María, ciudad del estado de Río Grande do Sul, cuando al parecer el cantante de la banda que se presentaba usó un artefacto pirotécnico cuyas chispas alcanzaron la espuma inflamable utilizada como aislante acústico en el techo del establecimiento.
Las llamas y la humareda provocaron pánico entre las personas que estaban en la discoteca y una estampida hacia las puertas de salida, en donde algunas murieron pisoteadas y otras fueron impedidas por el personal de seguridad que, en un principio, pensó que querían salir sin pagar.
La dificultad en la evacuación causó la muerte por asfixia de la mayoría de las víctimas, cuyos cuerpos fueron hallados amontonados cerca de la única puerta del establecimiento y en los baños.
El evento con la presentación de la banda musical Gurizada Fandangueira y la presencia de unas 1.000 personas marcaba el inicio de la temporada de clases en Santa María, una ciudad académica y que alberga sedes de varias de las principales universidades privadas y públicas en el sur de Brasil.
Los acusados son Elissandro Callegaro Spohr «Kiko», de 38 años, y Mauro Lodeiro Hoffmann, de 56, que son socios de la casa nocturna Boate Kiss; Marcelo de Jesús dos Santos, de 41 y vocalista de Gurizada Fandangueira, y Luciano Augusto Bonilha Leao, de 44 y productor de la banda musical.
Los 4 responderán ante los 7 miembros del jurado popular por los delitos de 242 homicidios y 636 tentativas de homicidio. La Justicia retiró de las acusaciones los agravantes de «motivo torpe» y «uso de fuego», que podrían aumentar sus penas.
OTROS ACUSADOS
El Ministerio Público (fiscalía), después de las investigaciones de las Policías Civil y Militar de Río Grande do Sul -estado fronterizo con Argentina y Uruguay-, denunció también a otras 20 personas, entre ellos socios y personal de seguridad de la discoteca y 4 bomberos que certificaron las «buenas condiciones» del lugar.
Otras 27 personas también fueron denunciadas por falsedad al presentarse como supuestos residentes a menos de 100 metros de la discoteca y reclamar indemnizaciones.
El juicio, que escuchará a 10 supervivientes, 5 testigos de acusación y 19 de defensa, comenzó con la selección de los 7 miembros del jurado y podrá extenderse aproximadamente 2 semanas.
En 2016, un juzgado de Santa María determinó que los acusados fuesen a juicio popular en Porto Alegre, la capital regional, pero la defensa presentó recursos en 2017 y esa determinación se arrastró en los últimos años, todavía más con el cese de algunas actividades de la Justicia por causa de la pandemia del coronavirus.
Después de la tragedia, el Gobierno federal promulgó la llamada «Ley Kiss» que endurece las exigencias de seguridad para otorgar las licencias de funcionamiento de establecimientos públicos en todo el país.
El incendio de la Boate Kiss es el segundo con mayor número de víctimas en Brasil, después del que ocurrió el 17 de diciembre de 1961 en el Circo Americano de Niteroi, en la región metropolitana de Río de Janeiro y que causó 503 muertos, en su mayoría niños que asistían a uno de los espectáculos.
EFE
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