Duque
El expresidente de Colombia Iván Duque, en una entrevista con EFE en Madrid. EFE/Daniel González

Las empresas españolas deben «ver con atención» a América Latina porque España tiene empresas en energía renovable, en transformación digital o en manejo de economía circular que pueden facilitar la transición energética en el continente, aseguró este viernes en Madrid el expresidente colombiano Iván Duque (2018-2022).

Duque se encuentra en la capital española donde participó en encuentros de Concordia Summit, una organización sin fines de lucro, en la sede del Instituto Empresa, donde mantuvo encuentros con empresarios y con el expresidente español José María Aznar.

En una entrevista con EFE, el expresidente colombiano señaló que es «muy importante» que las empresas españolas participen «activamente» en «soluciones basadas en la naturaliza (SBN)» con las que puedan desarrollar su actividad empresarial, «pero contribuir a impactar favorablemente en la conservación, protección y transformación de la Amazonía».

Esto incluiría continuar con la extracción de recursos fósiles como el petróleo, porque Repsol está presente en algunos países en Latinoamérica y existen muchas empresas que están en el negocio de energía convencional, explicó. Pero «aún ellas también tienen que ver primero como mejoran su compensación, como mejoran también su agenda verde», añadió.

Además, en su opinión, esas empresas tienen que estudiar qué tecnologías «les permitirán en un futuro -ojalá no muy lejano-, capturar el dióxido de carbono y reinyectarlo de tal manera que esa captura evite que desde el sector se contribuya negativamente al medio ambiente».

Iván Duque: Es necesario ampliar las zonas protegidas en la Amazonía

En la Amazonía se precisa ampliar las zonas protegidas, restaurar bosques y luchar contra la deforestación, la minería ilegal, la siembra ilegal de cultivos o el desarrollo de la ganadería ilegal, aseguró a EFE el expresidente de Colombia Iván Duque, que preside la iniciativa Concordia Amazonía.

Duque se encuentra en Madrid para participar en los encuentros de Concordia Summit, centrados en la seguridad cibernética y energética, organizados en el Instituto Empresa, durante los que se reunió con empresarios españoles y con el expresidente español José María Aznar.

Según Duque, en los últimos cuarenta años, gracias a la deforestación, en la Amazonía se ha perdido «el equivalente al territorio de Alemania y Francia conjuntamente, y se necesita pararla, de lo contrario en una década este espacio natural será un emisor neto de gases efecto invernadero y no lo que debe ser que es un mecanismo de captura y de protección.

El expresidente de Colombia preside la iniciativa Concordia Amazonía, donde, aseguró, se precisa «ampliar al máximo las áreas protegidas, buscar soluciones de conservación, restaurar los bosques afectados por la deforestación, luchar contra las causas de la deforestación, como la minería ilegal, la siembra ilegal de cultivos, el desarrollo ilegal de maderables, la ganadería ilegal», y para ello, dijo, «se necesita mucha tecnología, es fundamental».

Por otra parte, explicó, para detener la destrucción que durante muchos años ocurrió en distintos lugares, se necesita «el pago por servicios ambientales, y soluciones basadas en la naturaleza» que involucren a los pueblos indígenas, donde también se les «compense» por proteger ese santuario y pulmón del mundo.

Recordó que el Acuerdo de Escazú, sobre el acceso a la información, la participación pública y el acceso a la justicia en asuntos ambientales en América Latina y el Caribe se presentó durante su gobierno y se ratificó en Colombia el año pasado, pero su país «tenía adelantado más de un 90 % de lo que decía el texto», por ello, se puede «avanzar en un margen de tranquilidad».

Lo «paradójico» del tema, señaló, es que el Acuerdo se firmó en la localidad costarricense de Escazú, y, sin embargo, «Costa Rica aún no lo ha ratificado».

En relación a la utilización del glifosato para la erradicación de los cultivos de coca, Duque señaló que actualmente se utilizan «aspersiones manuales y en terreno, con tecnologías de precisión que permiten prácticamente poder irrigar en partículas territoriales preprogramadas digitalmente a través de inteligencia artificial, minimizando al máximo cualquier daño colateral».

«En el caso de los cultivos ilícitos, la composición química es distinta, es a veces más fuerte», subrayó, porque «la coca tiene un efecto ambiental absolutamente devastador, porque para sembrar una hectárea de coca se destruyen tres hectáreas de selva tropical húmeda», además, para la producción de cocaína «se utiliza éter, amoniaco, gasolina, cemento, entre otras cosas», y esa combinación termina «vertida en la selva, con un enorme daño ambiental».

Por ello, cree que son «necesarias» las aspersiones aéreas de glifosato realizadas «con precisión y mitigando los daños colaterales, una herramienta que Colombia no puede dejar de lado para luchar contra este fenómeno», a pesar de que en el país fueron prohibidas por decisión de la Corte Constitucional.

En el caso de que Europa limitara la utilización de glifosato, aseguró se debe asumir que si se van a «poner limitaciones» para luchar contra la oferta de drogas como la cocaína, «nosotros tenemos que demandar de Europa que se haga verdadera pedagogía», porque «se está haciendo muy poco para parar la demanda, no hay campañas masivas ni de comunicación ni de información ni pedagógicas para reducir el consumo de estupefacientes».

Durante su gobierno se pasó en Colombia del 13 al 38 % de áreas marinas protegidas, dijo y recordó que la última zona protegida ha sido la de Tribugá, donde la conservación y las alternativas más sostenibles pueden permitir más ingresos que las de desarrollo económico convencional.

La protección integral del territorio marino lleva a proteger los arrecifes coralinos que son fuente de vida y previenen los daños ambientales que trae la pesca de arrastre, añadió, un trabajo que desarrolló en asociación con el biólogo español Enric Sala, fundador de National Geographic Pristine Seas.

Sobre la próxima COP28 en Dubái, el expresidente colombiano afirmó que espera que se «avance en la disponibilidad de recursos», se requieren «menos promesas y más desembolsos», y más avances en materia de finanzas verdes, como los créditos de carbono».

En su opinión, debe haber «compromisos muy explícitos de los mayores emisores para mantenernos en la meta de la subida máxima de la temperatura en los 1,5 ºC para 2030».

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