Bladimir Martínez Ladera
Ciudad Guayana.-Coser un par de zapatos depende del tamaño y del tipo de calzado. Estamos hablando de doce mil bolívares en adelante, mientras que poner tapitas, suela es otro monto que puede variar de acuerdo al precio del dólar.
Julio César Patiño, tiene su negocio en el Centro Comercial Zulia, Alta Vista, Puerto Ordaz. Son más de doce años laborando en este sitio, al ser entrevistado con respecto al trabajo artesanal que realiza, explicó que la crisis es su peor enemigo.
Precios del material que utiliza para remendar calzados no lo acompañan, además de ser un poco difícil hallarlo, el costo es muy elevado para lo que tiene que cobrar por coser un parlos.
Sus clientes lo conocen como “Jabibi”. Heredó el nombre del antiguo dueño del local, Patiño, labora en un espacio de tres metros de largo por dos de ancho, no tiene maquinas industriales, las reparaciones se hacen de manera manual.
Dice que el trabajo bajó en un 60 por ciento, “anteriormente no tenía descanso. Llegaba mucho trabajo, ahora muy poco. Todo se debe a la crisis del país, los reales no caen en los bolsillos del pantalón”.
En un día, puede atender a un solo cliente. Las reparaciones son de carteras, correas y bolsos, zapatos muy pocos.
Dólares
Jabibi, explica que el costo del material, es al precio del dólar, “prefiero que mis clientes lo compren. Si necesitan que se les cambie las suelas, pido que me la traiga y lo que hago es pegar y coser”.
Cambiar par de suelas, cuesta más de 35 mil bolívares, “aquellos que viven de una pensión, no tienen para mandar a reparar sus zapatos, se les hace imposible”.
Ahora, son muy pocas las personas que acuden al negocio de “Jabibi”. Subió un poco las reparaciones de bolsos, carteras, correas y chaquetas, el precio es más accesible.
Para el entrevistado, la crisis golpea a todos por igual. Comprarse un par de zapatos es difícil en los actuales momentos. Su negocio es visitado por Freddy Valera y otros políticos de Primero Justicia, AD, Copei, entre otros que acuden a reparar sus calzados.
Trabajo garantizado
Xiomara, ha sido una asidua cliente de Julio César, garantiza su trabajo. Momentos de la entrevista, Patiño, cosía sus zapatos que por poco, la dejan en la calle.
“Vale la pena traer a arreglar los zapatos y la misma crisis te obliga. Los reales no alcanzan para darse ese lujo, como se podía hacer en otros tiempos”.
La dama, trabaja en el sector público. Labora en el módulo Manoa de San Félix, y lo poco que obtiene es para comprar comida, “ni, con la pensión puedo comprar unas sandalias”.
El costo de la vida asfixia al venezolano, diariamente vive un dilema, entre el efectivo y los alimentos; o lo dejas para el pasaje; o para adquirir azúcar.
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