«Con Carlitos Alcaraz tuvimos una conversación aquí. Vino, conoció las instalaciones y manifestó que le encantaría venir el próximo año», reveló Falla en respuesta a una pregunta de EFE en la conferencia de prensa de cierre de la justa con sede en Acapulco, en el Pacífico mexicano.
Falla tomó las riendas del Abierto en diciembre pasado en sustitución de Raúl Zurutuza, quien puso al torneo un sello de evento de ambiente familiar, lo cual el nuevo director confirmó que seguirá siendo una manera de trabajar.
«Queremos continuar como una familia, sintiendo que estamos construyendo juntos algo que ha puesto al país en un nivel alto. Lo bueno a través de estos años nada más puede mejorar y soy el primero en escuchar lo que podamos hacer para eso», explicó.
En la celebración de sus 30 años, el Abierto contó tres retiros por lesión, el de Alcaraz, el del griego Stefanos Tsitsipas y el del británico Cameron Norrie, duodécimo; sin embargo, jugaron el noruego Casper Rudd, cuarta raqueta del mundo, el estadounidense Taylor Fritz, quinto, y el danés Holger Rune, décimo.
«Tuvimos una cifra récord de más 90.000 asistentes; estamos comprometidos con ser el mejor torneo de Latinoamérica y es lo que estamos haciendo», explicó el directivo.
Esta semana jugadores como el español Feliciano López aseguraron que el Abierto de Acapulco, con categoría 500 de la ATP, tiene condiciones para convertirse en Máster 1.000 si apareciera una fecha en el calendario del tour, lo cual fue ratificado este sábado por Falla.
«No está en nuestras manos ser torneo 1.000, pero, por supuesto, queremos; depende del calendario, pero debemos estar preparados para el día que se de una oportunidad. Estamos preparados, tenemos los músculos de un 1.000», concluyó.
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