Santo Domingo. El director regional del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, Miguel Barreto, dijo a Efe por correo electrónico que, de no hacerle frente a la crisis alimentaria que enfrentan unos 3,7 millones de personas en Haití, la cifra de afectados incrementará y se ahondará el problema.
Según Barreto, de esos casi 4 millones de haitianos que necesitan asistencia alimentaria urgente, 1 millón se encuentra en situación severa y la actual crisis socioeconómica, con el aumento de los precios y la depreciación de la moneda, solo está dificultando aún más las cosas para las familias más pobres.
«Visité actividades en Gonaives y una escuela en La Branle, que felizmente ha reabierto sus puertas; para muchos de sus 350 alumnos la comida que le proveemos a diario es la única del día, esto es cierto también para miles de niños en todo el país», contó Barreto en referencia a la seguridad alimentaria del país.
Sobre los factores que han intensificado la crisis alimentaria, el directivo trajo a colación la sequía que sufrió Haití durante el 2018 y los primeros meses de este año, que desembocó en importantes pérdidas de ingresos para las familias; el aumento de los precios en la canasta básica, los disturbios sociales que impiden el acceso a carreteras y mercados, así como la interrupción de la asistencia de actores humanitarios.
«A pesar de los desafíos, nosotros hacemos todo lo posible por llegar a la gente más vulnerable con asistencia alimentaria. Vamos por tierra cuando se puede y, caso contrario, por mar o aire», aseguró Barreto.
De no lograr saldar ese déficit, «sin asistencia alimentaria urgente a gran escala, las familias más vulnerables verían su situación deteriorarse aún más, especialmente durante la temporada de carestía, y cada vez más recurrirían a estrategias perjudiciales como saltear comidas o vender activos», indicó Barreto.
Sobre las iniciativas del PMA para el fomento de la agricultura local, el directivo explicó que en 2015, la organización comenzó un programa de alimentación escolar de cosechas propias que utiliza exclusivamente productos comprados a pequeños agricultores locales, que ahora nutre a más de 40,000 niños a diario.
Además, indicó que el PMA tienen «programas de resiliencia» en los que asisten a las familias vulnerables a fortalecer o reiniciar sus medios de vida agrícolas, como plantando árboles productivos, que generarán ingresos.
«Es una crisis invisible en un país donde no hay un desastre natural o un conflicto armado, hacemos un llamado a la solidaridad y la generosidad de socios internacionales para apoyarles en todo lo que podamos», concluyó Barreto.
EFE
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