Alex Vallenilla / @alexvallenilla

 

El enviado a Venezuela por Estados Unidos, Elliott Abrams, explicó a los medios el resultado de su reunión con los rusos en Roma. Abrams dijo que no se alcanzó acuerdo alguno, pero sí pudo notar que su contraparte ha asimilado la crisis económica en que está Venezuela y estiman que Maduro no podrá revertir.

Abrams se mostró muy preocupado, a juzgar por su lenguaje corporal.

Pudiera decirse que no hay solución hasta ahora a la crisis de Venezuela. Es lo que hace pensar en su mensaje.

Al revisar hasta ahora el proceso que se desarrolla desde que el presidente del Parlamento de Venezuela, Juan Guaidó, asumió como presidente encargado, se puede ver que ha habido un pulso y la aplicación de políticas de sanciones de parte de Estados Unidos y la Unión Europea, contra el régimen de Maduro, contra funcionarios suyos y contra activos de Venezuela, como lo es Pdvsa.

El gobierno norteamericano ha trazado una estrategia para generar presión. En ello entra entonces lo que es un plan de relaciones públicas, que tuvo el objetivo de intimidar a los militares venezolanos que sostienen a Maduro en el poder. Hasta ahora, ni Juan Guaidó, ni Donald Trump, han logrado que el componente militar que no apoya al madurismo, se rebele o se pronuncie.

Guaidó ofreció una Ley de Amnistía, Trump ha ofrecido que los militares que abandonen a Maduro podrían mantener sus activos y familiares en Estados Unidos.

La aparición de John Bolton con la famosa foto de la libreta y los “5.000 tropas para Colombia”, era parte del plan de relaciones públicas que tiene una frase que ahora se ha convertido en una especie de eslogan o mantra en redes sociales: “tenemos todas las opciones sobre la mesa”.

Los radicales se imponen

En lo interno del régimen chavista/madurista, en el que se libra una guerra interna entre una facción radical y los sectores leales a Maduro, ha habido una cruzada. Uno de los máximos exponentes en el sector ortodoxo, es Diosdado Cabello, quien ha desarrollado una campaña para convencer o mantener a los militares cohesionados.

Cabello les ha dicho que “no se puede confiar en esa Ley de Amnistía, si entregamos el poder todos vamos presos”. Esta frase ha tenido más peso dentro de la FAN, que las amenazas de Bolton con fotos y frases elaboradas.

La preocupación de Abrams es entendible

Trump tiene su palabra empeñada en Venezuela, ha involucrado a todo el mundo occidental en una campaña que hasta ahora no le ha arrojado el resultado esperado, producir la transición en Venezuela, puesto que Maduro se mantiene en el poder, también fuertemente presionado por el ala radical y los militares involucrados en crímenes y corrupción.

En este punto el chavismo/madurismo hace sus apuestas, que no habrá intervención militar o coalición de naciones para desalojarlo del poder.

Y esa postura es coherente con los tiempos que hay. El próximo año hay elecciones presidenciales en Estados Unidos, una intervención militar en Venezuela requiere bombardeos a fuertes militares y enfrentar una guerra de guerrillas en la que participarían milicianos, “colectivos” y la guerrilla colombiana, lo que provocaría que unos ocho millones de venezolanos busquen salir desesperadamente del país.

Un desastre de esos, sería la mejor campaña que harían los demócratas contra Trump en 2020.

Abrams piensa que en vista que el plan principal no ha producido el efecto esperado, entonces habrá que usar la fuerza y es eso lo que en el fondo le preocupa a los “halcones”. Tener que cumplir realmente con lo que muchos creen que ocurrirá, con las sabidas consecuencias.

Su preocupación se justifica y es que Venezuela no es Panamá. No es lo mismo, empezando por el número de militares, por las condiciones geográficas, por los efectos en la sociedad. Muchos venezolanos aseguran que eso sería campaña de tres días, Abrams sabe que eso es más complicado de lo que muchos aseguran.

Salida “salomónica”

Al mismo tiempo que había la reunión de los norteamericanos con los rusos, surge información confirmada de que en el régimen hay acuerdos para sustituir a Maduro al frente del chavismo/madurismo. La figura de Héctor Rodríguez, que han tenido apartada de Maduro en todo este proceso, la están preparando para unas elecciones.

Entonces los papeles cambian.

Abrams no hablará ahora de elecciones, aunque si se invoca el eslogan de la campaña norteamericana “todas las opciones están sobre la mesa”, resolver la crisis venezolana con unas elecciones, tendría que ser una de las opciones, aunque la masa siempre ha interpretado ese mantra, de manera sesgada con que “todas las opciones” es una intervención militar. Se trata de marketing en redes sociales.

Los rusos están de acuerdo con la sustitución de Maduro. Habrá cambio del Consejo Nacional Electoral (CNE), por su puesto el régimen mantendrá su posición dura para lograr retener cuotas, al final cederán, los rusos no van a librar una guerra en Venezuela y en sus negociaciones con Washington, tienen claro que el costo de una intervención militar es alto para ambos bandos.

Como se ha dicho reiteradamente, Rusia y Estados Unidos al final se reparten el botín que ahora significa la arruinada Venezuela.

En el madurismo lo han entendido, por eso aceleran cambios económicos como la liberación del dólar, la liberación de las importaciones, de los precios de los rubros básicos, que ha convertido la economía venezolana en una de las más crudas en la región, los subsidios desaparecieron en su totalidad, por austeridad, tan atroz, que hasta el crédito bancario ha desaparecido.

El madurismo tratará de resistir un poco más, para lograr condiciones distintas, por ahora los anaqueles en Venezuela comienzan a surtirse, aunque los precios son inalcanzables. Pero anaqueles llenos, con precios altos, es mejor que anaqueles totalmente vacíos. Eso será la base de la campaña madurista, una vez el sucesor entre en acción.

Sin embargo el aspecto político interno en Venezuela, para Rusia y Estados Unidos es lo de menos. Lo que tiene peso son los acuerdos entre Trump y Putin, en cómo va a quedar todo repartido, para evitar el Apocalipsis que significa la acción militar. Estos acuerdos son la base de lo que viene.

De las “opciones sobre la mesa”, la salida electoral es la que se va a imponer y ya lo saben en todos los bandos. La campaña de Juan Guaidó y la que comienza el chavismo/madurismo deja eso bien claro.

Lo más importante de todo

Ahora lo más interesante es que el proceso, que será supervisado y vigilado por rusos y norteamericanos, tiene un objetivo: gane quien gane en Venezuela, tendrá que cumplir los designios de las negociaciones y acuerdos entre Estados Unidos y Rusia en función de los intereses de esas potencias en este país.

El lado que se imponga, tendrá que cumplir al lado que pierda en lo interno, al final, negocios son negocios que es lo que hacen Trump y Putin, en lo interno, los políticos han entendido, que eso es mejor que caer en una matanza inútil, que se extendería por varios años.

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