Barcelona, España. La escritora neoyorquina Joyce Carol Oates, que ha recibido este lunes el Premio Pepe Carvalho de novela negra en el marco del festival BCNegra, ha dicho que «separar la violencia de todo tejido de la vida en literatura no es realista».
Carol Oates, que ha recibido de manera virtual el premio, ha explicado desde Nueva York que ella escribe de la violencia, «pero no como algo abstracto», sino que en sus novelas aparecen personas que viven en familia, se enamoran, tienen hijos.
La autora ha confesado que «es un honor recibir este premio en honor de Manuel Vazquez Montalbán» y más en el contexto actual en el que «el mundo está tan impregnado de misterio y delito que necesita de verdad una literatura que exponga las maquinaciones del mal para que se pueda alcanzar la justicia».
Y esa satisfacción es aún mayor, ha añadido, viendo la lista de premiados con anterioridad, con nombres como Henning Mankell, Michael Connelly, Andrea Camilleri, Dennis Lehane o James Ellroy, «algunos de los cuales he conocido y he leído a muchos».
Se ha mostrado sorprendida porque entre esos ganadores hay «bastantes mujeres», algo poco común en los premios literarios (P.D. James, Maj Sjöwall, Alicia Giménez Bartlett, Donna Leon y Claudia Piñeiro).
A su juicio, «la novela negra ilumina, pero al mismo tiempo explora sin miedo ‘lo oscuro’ a través de personajes ficticios con los que podemos identificarnos y empatizar».
«Toda la literatura -ha señalado Carol Oates- se basa en la vida real, quizá no tanto como la que escribo yo, porque el arte es una especie de espejo que se enfrenta al mundo».
Ese espejo ha hecho que en Estados Unidos haya «una multiplicidad de puntos de vista, con mujeres que escriben literatura étnica, gay, lesbiana, de la comunidad chinoamericana».
El crimen, sostiene la escritora neoyorquina, es «la violación del tejido social y el arte se basa en el conflicto; por tanto, escribir sobre la violencia, el crimen o la guerra es algo natural».
Ha recordado su primera experiencia como lectora, cuando con apenas con 8 años su abuela le regaló «Alicia en el país de las maravillas», de Lewis Carroll, «un libro de pesadillas», que al tiempo le abrió una ventana y le descubrió otro mundo.
Ha asegurado que lee porque le gusta, porque «es como soñar», si bien también le gusta ampliar su mente viendo películas o escuchando música.
Tras recordar que «los niños pequeños, por instinto, tienen sentido de la justicia y equidad, aunque lo van perdiendo conforme se hacen grandes y se impone el ego», Carol Oates ha subrayado: «Necesitamos una sociedad que valore la ley, hemos de ir más allá del tribalismo y del perdón a la política».
Sin querer mencionar su nombre, se ha referido al «régimen de Trump» como un período en el que triunfaron «el nepotismo, las trampas, la corrupción, todo lo que no está permitido y que se estaba perpetuando. Todos lo sabían, pero era difícil denunciarlo y hacerlo explícito».
«Hemos de dejar que se olvide su nombre», ha añadido la escritora, y ahora toca «volver a la moralidad», a «proteger los derechos, también los de la minorías».
Twitter, donde Joyce Carol Oates ha enarbolado la «resistencia» al trumpismo a través de su cuenta, que supera los 200.000 seguidores, se ha convertido, a su juicio, en «la red que rompió las barreras del monopolio entre ganadores y perdedores, y que permitió que cualquiera con un móvil podía grabar hechos que se tenían que denunciar».
De su experiencia durante la pandemia, reconoce: «ha sido difícil para los autores, porque nos sentimos muy fragmentados, conocemos a gente que ha muerto, nos sentimos aislados», pero piensa que los escritores no deben escribir sus novelas con los titulares que salen en la prensa, pues «la pandemia pasará y dejará de centrar el interés, se olvidará».
El jurado, presidido por Carlos Zanón y formado por Rosa Ribas, Anna Abella, Núria Cadenes, Daniel Vázquez Sallés y Sergio Vila-Sanjuán, ha destacado de la autora norteamericana el «personal tratamiento que realiza, desde diferentes ópticas, del fenómeno de la violencia y su trascendencia psicológica y social».
También ha destacado que Joyce Carol Oates representa «lo mejor de la narrativa norteamericana desde sus inicios como escritora, sin haber perdido en ningún momento contacto con el presente, con las personas, con la sociedad que las acoge y las constriñe”.
La última novela de la galardonada, «Delatora», publicada por Alfaguara el 14 de enero, es una historia vigorosa sobre la familia, sus expectativas y la ineludible necesidad de romper con ella.
Carol Oates es también la autora de «Blonde», una biografía emocionante sobre la vida de Marilyn Monroe, que Alfaguara reeditará el próximo 4 de febrero, veinte años después de su publicación.
Nacida en 1928 en Lockport (Nueva York), Joyce Carol Oates es autora de novelas, relatos breves y obras de teatro, además de ensayista, crítica literaria y editora; y en su estilo personal combina ambientes góticos o aterradores con temas de carácter social que van de los abusos a las diferencias de clase.
EFE noticias
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