Managua.- Una nueva oportunidad de volver a ser libres les otorgaron a docenas de loras que, por primera vez en muchos años, salieron de sus jaulas para habitar en un espeso bosque tropical del noroeste de Nicaragua, luego de haber sido rescatadas del tráfico ilegal y maltrato, donadas y nacidas en cautiverio.
Saliendo el sol de este sábado, unas 55 loras, aún enjauladas e impacientes por ser libres, fueron transportadas en vehículo desde el Zoológico de Nicaragua, en Managua, hacia donde sería su nuevo hábitat, en la reserva natural El Delta del Estero Real, a más de 200 kilómetro al noroeste de la capital nicaragüense.
La reserva de 7.650 hectáreas, según datos del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (Marena), colinda con el Golfo de Fonseca, comparte territorio con Honduras y El Salvador, y es una área protegida, rodeada manantiales y extensos bosques de manglares.
Tras cuatro horas de viaje, y pasar por caminos bastante sinuosos por las torrenciales lluvias caídas recientemente, las loras, separadas por parejas, llegaron a su destino, algunas notablemente cansadas.
Al menos cinco jaulas fueron abiertas de forma simultánea, donde finalmente las aves estrenaron su vuelo en área abierta, como lo habían practicado en los entrenamientos, ya que por semanas fueron sometidas en un circuito cerrado en forma de “L”.
Autoridades y entrenadores del Zoológico Nacional, entre alegría y nervios, dejaron ir a las aves, que en estampida se alzaron, confundiéndose su plumaje verde con el mismo tono de los enormes árboles.
Gracias al programa de reinserción a la naturaleza que aplica el zoológico, las 35 loras nuca amarilla (Amazona autopalliata), 13 loras frente roja (Amazona autumnalis) y 7 loras corona azul (Amazona farinosa), despegaron con su inconfundible canto, que fue intenso tras su liberación, y distante a medida que pasaban los minutos.
A cada una de las aves liberadas se les puso un anillo con un chip numerado, que facilitará el reconocimiento del animal en caso de una posible recaptura, y así se entablaría una acusación en contra del cazador, según dijo a Efe el director del zoológico, Eduardo Sacasa.
“El Centro de Reproducción de Vida Silvestre (del zoológico) quedó casi vacío, porque tomamos la decisión de que vinieran a su hábitat a seguirse reproduciendo”, sostuvo.
Primera liberación masiva
Según Sacasa, es la primera vez que ese centro de rescate deja en libertad de forma masiva esa cantidad de loros, sin embargo aún quedan al menos trece aves, que continúan entrenándose, por estar demasiado pesadas y no poder alzar vuelo.
Detalló que ya contabilizan 80 las loras que han dejado libres en todo el territorio nacional, en áreas privadas y públicas completamente protegidas.
A las 55 loras, que tienen entre 3 y 9 años, no les tomó mucho tiempo en poder adaptarse al sitio, ni convivir con las nativas, puesto que horas más tarde Efe constató el vuelo, silbidos y alegría de las aves volando en grupo.
En el mercado ilegal, una lora de cualquier especie es vendida hasta en 100 dólares, según datos del zoológico.
Sacasa recomendó a las personas que desean liberar aves que no las dejen ir sin antes asegurarse de que están listas para sobrevivir por sí solas en su hábitat.
El Zoológico Nacional de Nicaragua, que no extrae especies de su hábitat natural pero sí las reproduce, cuenta con el Centro Nacional de Rescate de Animales, que cada año entrena cientos de ejemplares y realiza decenas de liberaciones en algunas de las reservas naturales mejor conservadas de este país centroamericano.
En total, ese centro ha liberado a unos 12.000 animales de todas las especies.
Un total de 35 personas trabajan en el mantenimiento de ese centro animal, entre guardaparques, vigilantes, conductores, área administrativa, entre otros.
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