Rabat.- Las celebraciones sociales de Nochevieja fueron prohibidas en Marruecos, que recibe el nuevo año con un toque de queda de la medianoche del 31 de diciembre hasta las 6 de madrugada del 1 de enero, mientras la ola de ómicron que golpea al país se acerca a los 2.000 contagios diarios.
Pocos días antes del 31 de diciembre varios medios marroquíes destacaron un endurecimiento de las medidas de seguridad con mayores controles policiales en los accesos de las ciudades en aplicación a la decisión del Gobierno marroquí de prohibir todas las festividades de fin de año.
El pasado 20 de diciembre, el Ejecutivo anunció la prohibición de fiestas y programas especiales en hoteles, restaurantes y establecimientos turísticos, así como el cierre a las 23.30 de todos los cafés y restaurantes del país.
Estas medidas coinciden con la cuarta ola de las variantes ómicron y Delta del coronavirus en la que está inmerso el país magrebí, donde los contagios diarios alcanzaron 1.960 registrados en las pasadas 24 horas, el 66 % de ellos en la región de Casablanca, seguida por Rabat y Marrakech, donde se acogían a menudo mayores celebraciones navideñas y de fin de año.
Además, 136 casos fueron hospitalizados en reanimación o cuidados intensivos en las pasadas 24 horas, lo que supone una tasa de ocupación de las camas de reanimación del 2,6 %, aunque los especialistas advierten de que podría aumentar.
El ministro de Sanidad marroquí, Jaled Ait Taleb, dijo el martes que 76 casos fueron contagios de ómicron desde la detección del primer caso el pasado 15 de diciembre, de los cuales hay uno en reanimación «de una mujer que tardó en recibir la tercera dosis de refuerzo».
El médico Tayeb Hamdi, especialista en políticas y sistemas sanitarios, advirtió en declaraciones que la actual ola de ómicron y Delta en Marruecos podría ser la más rápida aunque la más corta en el tiempo.
«Si no se toman las debidas medidas de precaución, la tasa de positividad del virus podría alcanzar hasta un 30 % a finales del mes próximo, lo que supera la anterior ola de Delta cuando esa tasa alcanzó un máximo de 25 %», alertó Hamdi, quien insistió sobre la necesaria contribución ciudadana para frenar la propagación de la actual ola de contagios.
Además de evitar las celebraciones de Nochevieja, el Gobierno marroquí cerró desde el pasado 29 de noviembre sus fronteras terrestres, marítimas y aéreas, medida que mantendrá hasta el 31 de enero.
Frente a ese cierre, las autoridades marroquíes autorizaron vuelos especiales para permitir la vuelta de los extranjeros que se quedaron atrapados en el país magrebí, al tiempo que repatrió a 5.760 nacionales que quedaron varados en el extranjero en vuelos especiales entre el 15 y 22 de este mes.
Por otra parte, el consejo del Gobierno marroquí celebró ayer su reunión semanal a distancia para dar el ejemplo sobre la necesidad de respetar las medidas barrera contra COVID-19.
Marruecos apuesta por el avance de la campaña masiva de vacunación para paliar los efectos de la cuarta ola del virus. Más de 22,9 millones de marroquíes (de más de doce años) han recibido la segunda dosis de vacunación (de un total de 36 millones de habitantes).
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