En una noche de agosto de 1989, la tranquila vida de Beverly Hills se vio sacudida por un doble homicidio que conmocionó al mundo entero. Los cuerpos sin vida de José y ‘Kitty’ Menéndez fueron encontrados en su mansión, y sus hijos, Lyle y Erik, se convirtieron rápidamente en los principales sospechosos.
Ahora, más de tres décadas después, Netflix se adentra en uno de los casos criminales más mediáticos de la historia con el documental «Los Hermanos Menéndez». Esta producción, dirigida por Alejandro Hartmann, promete revelar nuevos y escalofriantes detalles sobre este crimen que ha fascinado y horrorizado al público durante años.
Uno de los aspectos más impactantes del documental son las entrevistas exclusivas con Lyle y Erik Menéndez desde la prisión. Los hermanos, quienes no habían hablado públicamente desde 1996, comparten sus versiones de los hechos y revelan detalles que nunca antes habían salido a la luz.
En una de las entrevistas, Erik Menéndez expresa su asombro por el hecho de que no fueran arrestados la misma noche del asesinato. «Debería haber habido una respuesta por parte de la policía y deberíamos haber sido detenidos», afirma el hermano menor. «No teníamos una coartada. El polvo del arma estaba regado por todas nuestras manos. Deberíamos haber sido arrestados esa misma noche».
Este nuevo documental promete arrojar luz sobre uno de los misterios más grandes de la historia criminal estadounidense: ¿Fueron Lyle y Erik Menéndez víctimas de un padre abusivo, como ellos siempre han sostenido, o fríos asesinos motivados por la codicia?
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